De pie en el tribunal federal de Miami, Héctor Cabrera Fuentes no tenía precisamente el aspecto de un “hombre misterioso”.
Pero Cabrera, un ciudadano mexicano fornido y de baja estatura, fue acusado el martes de ser un “agente extranjero no inscrito” de Rusia. Está acusado de espiar al menos a un informante en el sur de la Florida, aunque los documentos presentados al tribunal ofrecen pocos detalles de las alegaciones.
En una audiencia breve, Cabrera, de 35 años, reveló que tenía cuentas bancarias y empleos en diferentes partes del mundo y expresó a la magistrada federal que ganaba $7,500 mensuales como investigador en la Universidad Nacional de Singapur y otros $5,000 mensuales en un empleo a tiempo parcial en una compañía israelí en Alemania, además de tener unos $100,000 en cuentas bancarias en México, Singapur y Estados Unidos, señaló El Nuevo Herald
“Nadie de mi familia sabe que estoy aquí”, dijo Cabrera al explicar a la magistrada Chris McAliley que sería difícil tener acceso al dinero que tiene fuera de Estados Unidos para pagar un abogado defensor. La jueza asignó temporalmente a Cabrera un abogado para lo represente. El acusado enfrenta la detención antes del juicio porque el fiscal Michael Thakur dijo que existe el peligro de que huya.
Cabrera fue arrestado el lunes por agentes del FBI después que fue detenido el día anterior en el Aeropuerto Internacional de Miami por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza, quienes inspeccionaron su teléfono móvil antes de tomar un avión con destino a México el domingo.
Según la denuncia penal, Cabrera llegó con su esposa, también mexicana, el jueves, alquiló un auto Chrysler y condujo directamente a un complejo de condominios en el área de Miami.
La denuncia penal indica que Cabrera visitó el complejo para espiar a un inquilino “por instrucciones” de un agente del servicio de inteligencia ruso. Resultó que esa persona es un informante de la división de contrainteligencia del FBI que entrega información sobre las actividades de espionaje ruso en el sur de la Florida. Antes que le ordenaran marcharse del complejo, la esposa de Cabrera tomó una foto del auto y las placas del informante federal.
Cabrera, quien llegó a Miami con una visa de negocios y turismo, dijo a agentes del FBI en un interrogatorio que se había reunido con agente de inteligencia en Rusia varias veces durante los últimos 12 meses y que le había instruido que alquilara un apartamento en el complejo de condominios de Miami en cuestión para vigilar al informante del FBI. Su teléfono móvil mostró una interacción entre Cabrera y el agente ruso, según la denuncia penal.
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Cabrera también dijo a los agentes del FBI que tenía una segunda esposa, quien es rusa, con quien tiene dos hijas. Agregó que se las ha visto en sus viajes a Rusia para reunirse con el agente del gobierno del presidente Vladimir Putin.
El agente instruyó a Cabrera no decirle a su esposa rusa que ellos se estaban reuniendo. También le prometió a Cabrera que ayudaría a su esposa rusa y a sus hijas a salir de ese país.
“Nos podemos ayudar el uno al otro”, le dijo el agente ruso a Cabrera.
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