Jesús Medina Ezaine ya había pasado 16 meses en una prisión militar venezolana, acusado de delitos que dijo estaban relacionados con su trabajo como fotoperiodista.
Pero otra temporada en prisión parecía inminente, particularmente después de la controvertida reelección del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Con Maduro listo para ser juramentado para un tercer mandato, Medina, de 43 años, tomó una difícil decisión: huir de su hogar en Venezuela hacia la relativa seguridad de Bogotá, la capital de la vecina Colombia.
“Antes de que pudieran volver a meterme en prisión, decidí escapar”, dijo Medina.
El gobierno de Maduro ha enfrentado críticas durante mucho tiempo por la supuesta represión de rivales políticos. Pero la ceremonia de investidura del viernes está destinada a poner de relieve la reciente crisis electoral, y los observadores advierten que la violencia puede escalar a medida que Maduro se esfuerza por mantenerse en el poder.
“El régimen va a hacer todo lo posible para garantizar que Maduro pueda ser reelegido y pueda continuar con su gobierno”, señaló Juan Pappier, subdirector de la división de las Américas de Human Rights Watch.
“Si ven que esa posibilidad se ve cuestionada de alguna manera, por ejemplo a través de manifestaciones [lideradas por la oposición], las van a reprimir brutalmente”.
Un clima de miedo
Medina recuerda sus últimos meses en Venezuela como sumido en el miedo.
En el período previo a las polémicas elecciones, se había unido a la campaña de la líder opositora María Corina Machado como fotógrafo, documentando sus esfuerzos por galvanizar el apoyo al candidato presidencial Edmundo González.
Pero ese trabajo una vez más lo convirtió en un objetivo.
Medina no era un desconocido para el gobierno de Maduro: en 2018, fue arrestado por cargos de lavado de dinero, asociación delictiva e incitación al odio, todos los cuales él niega.
En cambio, sostiene que su arresto fue en represalia por sus informes sobre abusos de los derechos humanos. Estuvo recluido sin juicio en la prisión militar de Ramo Verde hasta enero de 2020.
“El régimen venezolano no tolera ningún comentario o información en su contra”, dijo.
“Los medios están asustados”, agregó Medina. “La libertad de expresión en Venezuela se ha perdido por completo porque los periodistas dentro de Venezuela están haciendo lo que pueden para evitar ser encarcelados”.
Pero las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 trajeron consigo una represión política peor que cualquier otra que Medina hubiera presenciado antes.
Horas después del cierre de las urnas, el Consejo Nacional Electoral declaró a Maduro como ganador, sin ofrecer su habitual desglose de los recuentos de votos.
Mientras tanto, la oposición publicó los recibos de los votos que sugerían que González había ganado las elecciones con casi el 70 por ciento de los votos. Cuando estallaron las protestas por el supuesto fraude electoral, se produjo una represión gubernamental.
Mientras las fuerzas estatales barrían las calles en busca de manifestantes y sacaban a los disidentes de sus casas, Medina dijo que le avisaron de que sería encarcelado, otra vez.
Rápidamente se escondió. Medina pasó dos meses escondido en diferentes lugares de la capital, Caracas, tratando de evitar ser arrestado. Dijo que las fuerzas de inteligencia del país ya habían llamado a la puerta de su casa en la ciudad.
Sintiéndose acorralado, Medina decidió huir el 15 de septiembre a Bogotá, donde ha permanecido desde entonces.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones, descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale clic a +Unirme.