El plan propuesto para contener la pandemia por el gobierno de Angela Merkel a los gobernadores de los Länder prevé limitar las reuniones a un máximo de 25 personas y multas de unos 50 euros para quienes incumplan la obligatoriedad de llevar mascarilla.
El público en los estadios de fútbol, conciertos, eventos o las verbenas populares no podrá volver hasta final de año, con la excepción de regiones o áreas con un número bajo de infecciones.
El primer ministro de Baviera, Markus Söder, apuesta por un mecanismo que tenga en cuenta las diferencias regionales en el desarrollo del número de infecciones. Allí donde haya más casos, deben adoptarse más restricciones, dijo en declaraciones al canal público ZDF.
Por su parte, la primera ministra de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Manuela Schwesig, se declaró en contra de una limitación homogénea para todo el país en las reuniones familiares. Dijo que no aceptaría esa limitación a 25 personas, aunque sí se mostró favorable a dar uniformidad a las multas y a las normas para los viajeros que regresen del extranjero.
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