El dirigente político ruandés Seif Bamporiki, integrante del opositor Congreso Nacional de Ruanda (RNC, por sus siglas en inglés), fue asesinado a tiros en Sudáfrica, país donde se encontraba exiliado, confirmaron hoy fuentes policiales.
El incidente ocurrió el domingo por la tarde en el suburbio de Nyanga, en la costera urbe sudafricana de Ciudad del Cabo (suroeste), según confirmó a Efe la Policía sudafricana, que se encuentra investigando «las circunstancias» del crimen.
Las autoridades no ha revelado oficialmente la identidad del fallecido, pero medios locales y compañeros del RNC confirmaron que se trata de Bamporiki.
De acuerdo con los detalles que dio a conocer la Policía, el opositor ruandés, que ejercía como coordinador del RNC en Sudáfrica, se encontraba junto a otro hombre haciendo entrega de una cama que un cliente había adquirido en un pequeño negocio que regentaba la víctima.
Cuando los hombres llegaban al domicilio, «dos sospechosos» se les acercaron y a Bamporiki lo sacaron de su vehículo y le dispararon.
El acompañante logró escapar ileso y algunos objetos personales, como carteras y teléfonos, fueron robados en la escena del crimen.
Por el momento, la Policía sudafricana no ha realizado arrestos y considera el «robo» como la principal hipótesis del caso, según indicó a Efe el portavoz policial Andrè Traut, pero los compañeros de Bamporiki relacionan su muerte con su actividad política.
«Podemos confirmar que nuestro camarada ha sido asesinado. Estamos de luto. Somos conscientes de que con cada lucha hay sacrificios y que los ruandeses estamos solos en el mundo», señaló al portal sudafricano News24 Etienne Mutabazi, portavoz del RNC en Sudáfrica.
La muerte de Bamporiki ha recordado al extraño fallecimiento a finales de 2013 del exespía ruandés Patrick Karegeya, quien también pertenecía al RNC.
Karegeya fue hallado estrangulado en un lujoso hotel de Johannesburgo, donde vivía exiliado desde 2007, el 31 de diciembre de 2013.
El exespía había trabajado como jefe del servicio de inteligencia exterior ruandés entre 1994 y 2004 y era hombre de confianza del presidente de Ruanda, Paul Kagame, hasta que fue declarado en insubordinación y deserción en 2006.
RNC siempre acusó al régimen de Kagame del asesinato y la familia de Karegeya sostiene que Sudáfrica no investigó correctamente el caso, ya que nunca se logró procesar a ningún sospechoso.
Ya en 2010, otro crítico exiliado, el que fuera jefe del Ejército de Ruanda Faustin Kayumba Nyamwasa, había sobrevivido a dos intentos de asesinato en Sudáfrica.
El Ejecutivo de Kigali negó cualquier implicación en estos hechos, pero las relaciones entre Sudáfrica y Ruanda sufrieron un gran deterioro.
Desde su llegada al poder en el año 2000, Kagame ha logrado un notable reconocimiento internacional por sus éxitos económicos y la reconstrucción del país tras el genocidio de 1994.
Sin embargo, organizaciones pro derechos humanos han denunciado en numerosas ocasiones detenciones arbitrarias y desapariciones de disidentes a manos de su Gobierno.
EFE
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