Bolivia inauguró este lunes su año escolar con la aplicación mayoritaria del sistema de educación a distancia apoyada en clases por televisión y radio mientras el país afronta el segundo pico de la pandemia de la covid-19.
La inauguración de esta gestión se realizó en una localidad rural del sureño departamento de Tarija, en un acto liderado por el presidente del país, Luis Arce, quien entregó una escuela en medio de una limitada concurrencia de profesores y estudiantes.
«No vamos a poder iniciar las clases presenciales ni inclusive semipresenciales, vamos a recurrir a la educación a distancia», explicó en su discurso Arce para referirse a las condiciones para los casi 3 millones de estudiantes en las zonas urbanas y rurales.
MEDIDAS DEL GOBIERNO
El Gobierno dispuso las modalidades a distancia, semipresencial y presencial para la nueva gestión escolar «en función a las características de la pandemia» y a los niveles de riesgo de contagio, aunque «en muy pocas unidades educativas» se aplicará ésta última, dijo el ministro de Educación, Adrián Quelca, en el evento.
Por ello, para la educación estatal se ha provisto de contenidos a una plataforma educativa digital de acceso gratuito, la difusión de clases a través de los medios estatales de comunicación junto a algunos privados en televisión y radio, además de la elaboración de textos guía, apuntó el ministro.
Los colegios privados se regirán por un instructivo para el descuento de pensiones que van desde el 10 al 35 % según sea el monto de cobro por sus servicios, aunque no todas las asociaciones regionales de padres de familia y colegios han estado de acuerdo con esa medida.
En tanto que el presidente Arce señaló que, a la medida en que se pase de un riesgo alto de contagio a uno bajo, las actividades educativas pasarán a ser semipresenciales y presenciales, ya que «es la mejor manera de transmitir conocimiento».
CLASES TRAS MESES DE CLAUSURA
Las actividades académicas en el nivel escolar en Bolivia se inician de nuevo tras la clausura que el Gobierno interino de la expresidenta Jeanine Áñez declaró a principios de agosto del año pasado, cuando el país atravesaba por el primer pico de contagios.
Aquella determinación implicó la paralización de actividades educativas en establecimientos públicos y privados, además de la promoción de todos los estudiantes al grado inmediato superior, aunque varios establecimientos privados decidieron mantener sus actividades hasta finalizar el año.
Daniela, una mujer que busca un cupo para sus dos hijos en La Paz, explicó a Efe que muchos padres están «migrando al modelo estatal» después de las dificultades económicas que muchos han atravesado para mantener una educación en colegios particulares.
Esta jornada, el ambiente en las unidades educativas de las mayores ciudades del país como Santa Cruz, La Paz y Cochabamba era prácticamente el mismo, sin el típico ajetreo de padres y estudiantes en sus ingresos.
No obstante, hubo algunas excepciones como las localidades de Villa Tunari y Shinaota, en el trópico de Cochabamba, o en Santa Cruz, la zona más golpeada por la pandemia, donde algunos establecimientos comenzaron clases semipresenciales con medidas de bioseguridad como el uso de tapabocas, según reportaron los medios locales.
Mientras que en La Paz, un grupo de padres junto a sus hijos protestó en la plaza Murillo, sede del Legislativo y el Ejecutivo nacionales, con pancartas en las que exigían conexiones gratuitas a internet para acceder a las clases a distancia.
Bolivia atraviesa desde fines del año pasado por el segundo pico de contagios por la pandemia con deportes diarios que algunas jornadas han superado los 2.800 contagios, cuando el país espera la llegada de lotes masivos de vacunas.
Desde marzo del año pasado se han registrado 10.226 decesos y 210.726 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2. EFE
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