El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, abogó hoy por «hacer más» para reducir la «brecha» de la vacunación mundial.
En su último artículo publicado hoy en su blog «Una ventana al mundo», Borrell advirtió de que las crisis económica y de salud están «lejos de terminar» principalmente «debido a la brecha de la vacunación».
«La pandemia ha profundizado aún más los desequilibrios sociales y económicos a nivel mundial y el mundo posterior al COVID-19 corre el riesgo de ser más desigual, lo que aumenta las tensiones geopolíticas», alertó el jefe de la diplomacia europea.
En este contexto, el político español defendió que la UE esté «a la altura» de sus responsabilidades globales y que mejore su ayuda a sus socios.
«No es solo un deber moral», dijo Borrell, es también, añadió, en el propio interés de la UE, ya que «si algunos países y regiones permanecen sin vacunar, se pueden desarrollar nuevas variantes contra las cuales las vacunas actuales no funcionan».
Recordó que la UE jugó un papel importante en esta crisis sanitaria, ya que su apoyo ha contribuido «significativamente» al desarrollo de la nueva generación de vacunas de ARNm: con 750 millones de dosis de esas vacunas producidas, es «el líder mundial en este campo».
No obstante, insistió en que hay que hacer más ya que las «divergencias globales» están empeorando debido a la creciente brecha de vacunación.
Como ejemplo puso los datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según los cuales «a mediados de 2021, estamos en más del 60% de cobertura de una dosis en la UE, mientras que a escala mundial el promedio es solo del 24% y en los países de bajos ingresos la cifra es dramáticamente baja del 1%».
Si la brecha de vacunación persiste, corre el riesgo de revertir la tendencia a la disminución de la pobreza y las desigualdades mundiales, señaló el también vicepresidente de la Comisión Europea.
«Una dinámica tan negativa perjudica la recuperación mundial y aumenta las tensiones geopolíticas», afirmó Borrell, quien consideró «probable» que África y América Latina se encuentren entre las regiones más afectadas por el impacto negativo de la pandemia.
Y añadió que el costo de la inacción en términos de no ayudar a vacunar a todo el mundo sería mucho más alto para las economías avanzadas de lo que tendrían que gastar colectivamente para hacerlo.
Por ello, consideró que es necesario mejorar «sustancialmente» las donaciones directas de vacunas.
En total, la UE ha donado hasta ahora 25,5 millones de dosis a través de COVAX o como donaciones directas de los estados miembros al África subsahariana, la región MENA, América Latina y el Caribe y Asia.
Pero, con estas cifras, «todavía no estamos a la altura de nuestras responsabilidades globales», insistió.
En el último Consejo Europeo, los estados miembros de la UE se comprometieron a donar más de 100 millones de dosis hasta finales de 2021.
«Este es un objetivo mínimo que deberíamos poder superar y los estados miembros se han comprometido hasta ahora a donar 153 millones de dosis para fin de año», señaló el alto representante de la UE, quien espera que el bloque pueda aumentar la capacidad de producción de vacunas con la cooperación con los fabricantes.
En concreto, espera que se pueda alcanzar más de 3.000 millones de dosis al año para fines de 2021, lo que debería permitir compartir más dosis con los países socios, concluyó, no antes de invitar a otros «socios» a seguir el ejemplo y «unirse al enfoque cooperativo de la vacunación mundial».
EFE
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