Brasil envió este jueves a agentes de la Fuerza Nacional al estado de Ceará (nordeste) para reforzar la seguridad en la región en medio de un motín de policías que la víspera dejó un senador brasileño herido de bala.
Alrededor de 300 agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad serán desplegados en diferentes ciudades de Ceará, donde diversos batallones de la Policía Militar han cruzado los brazos para exigir un aumento salarial.
Las protestas comenzaron la tarde del martes, cuando diversas personas encapuchadas y enmascaradas -supuestamente agentes-, invadieron cuarteles de la policía en diferentes ciudades del estado, entre ellas Fortaleza, donde fueron pinchadas las ruedas de los coches oficiales.
El episodio más tenso tuvo lugar la víspera en la localidad de Sobral, una ciudad situada a 270 kilómetros al interior de Fortaleza, donde policías encapuchados ordenaron a los comerciantes cerrar sus negocios y bloquearon un acceso a un batallón del municipio.
Allí, el senador brasileño Cid Gomes, de 56 años y hermano del excandidato presidencial laborista Ciro Gomes, intentó traspasar la barrera creada por los agentes con una retroexcavadora que él mismo conducía y resultó herido al recibir dos disparos de arma de fuego.
Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT) y quien había solicitado una excedencia de su cargo de senador, dejó este jueves la Unidad de Cuidados Intensivos y evoluciona de forma favorable, según un comunicado del Hospital del Corazón, donde fue ingresado.
Tras el suceso, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro, afirmó que Gomes no tuvo “un mínimo de inteligencia” para lidiar con la Policía durante la paralización.
Sus declaraciones fueron contestadas por el excandidato Ciro Gomes, quien cargó contra la familia Bolsonaro y afirmó que no permitirán que los grupos paramilitares controlen el estado de Ceará, como ocurre en Río de Janeiro.
“Diputado #EduardoBolsonaro, será necesario que nos maten antes que permitir que las milicias controlen el estado de Ceará como los canallas de su familia hicieron con Río de Janeiro”, subrayó Ciro Gomes en las redes sociales.
El Gobierno de Ceará, en manos del progresista Partido de los Trabajadores (PT), retomó la madrugada de este jueves el control del tercer batallón de la Policía Militar de Sobral, aunque al menos otros cuatro continúan cerrados en las localidades de Fortaleza y Caucaia.
Los policías militarizados, que en Brasil tienen estatus militar, tienen prohibido constitucionalmente hacer huelga, una decisión que fue ratificada en 2017 por el Tribunal Supremo, máxima corte del país.
EFE
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