La Comisión Europea instó este lunes a los países a agilizar la aplicación de los planes de recuperación en un momento en el que la economía «se acerca a aguas turbulentas» por la inflación, los «desorbitados» precios energéticos y las consecuencias de la «brutal» guerra de Rusia en Ucrania.
EFE
Esta fue la idea que transmitieron tanto el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, como el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en una comparecencia ante las comisiones de Presupuesto y de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo.
«Tomamos decisiones sin precedentes en respuesta a la crisis de la covid y ahora nuestra economía se acerca a aguas turbulentas. Actualizar e implementar el Next Generation EU (nombre del fondo de recuperación) es la forma de avanzar a través de esta difícil situación», expresó ante los eurodiputados el italiano.
Gentiloni valoró así que la UE cuente «en un momento tan complejo» con un fondo para financiar reformas e inversiones que sirva para «apoyar las desigualdades y las divergencias». «Tenemos una herramienta que no resuelve todo, pero es muy importante, mi opinión es que está máquina compleja y sin precedentes está funcionando», apuntó.
Por su parte, Dombrovskis subrayó que «Rusia está continuando con su guerra brutal» y sigue utilizando la energía como «arma» para «chantajear» a la UE, lo que dispara los precios de la energía, especialmente del gas, y en consecuencia la inflación.
«Así que es más importante que nunca poner totalmente en marcha los planes nacionales de recuperación y resiliencia y avanzar rápidamente en la adopción del paquete RePower EU», enfatizó el letón.
Hasta la fecha, la Comisión Europea ha desembolsado 112.800 millones de euros a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que canaliza ayudas directas y préstamos a los Estados miembros mientras van avanzando en el cumplimiento de las reformas e inversiones prometidas.
Las autoridades comunitarias, de hecho, han validado el cumplimiento de unos 280 hitos y objetivos, lo que demuestra, a juicio del vicepresidente Dombrovskis, que está «bien en marcha, incluso dados los desafíos que existen por delante».
Hungría es el socio comunitario cuyo plan de recuperación no ha sido todavía aprobado (el de Países Bajos ha recibido luz verde de la Comisión Europea, pero todavía debe ser validado por el resto de Estados miembros).
Con respecto a este asunto, el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario destacó que Bruselas sigue negociando «constructivamente» con Budapest para resolver las «cuestiones pendientes» que las autoridades comunitarias quieren ver zanjadas en el plan húngaro, sobre todo relacionadas con el respeto del Estado de derecho y la lucha contra la corrupción.
Dombrovskis reconoció que «se está agotando el tiempo» porque todos los planes deben estar aprobados por la Comisión y las capitales antes de que finalice el año.
Tanto el letón como Gentiloni aprovecharon la comparecencia para instar a los eurodiputados a agilizar las negociaciones con los Estados miembros de las propuestas legislativas que permitirán actualizar los planes de recuperación con el objetivo de canalizar inversiones a proyectos energéticos.
Estos cambios forman parte de un proyecto de reglamento que Bruselas puso sobre la mesa en mayo, en plena crisis energética derivada de la guerra rusa en Ucrania, en el marco de su plan de seguridad de suministro bautizado como RePower EU.
«Aprobar estas enmiendas nos permitirá financiar inversiones adicionales y reformas necesarias para reducir rápidamente la dependencia de la UE en los combustibles fósiles de Rusia. También nos ayudará a contener la inflación y a aliviar los muchos efectos socioeconómicos negativos», recordó Dombrovskis.
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