La Casa Blanca debe estar vacía antes de las 12:00 del 20 de enero de 2021, en ese preciso momento, el presidente de Estados Unidos ya no será Donald Trump, si no Joe Biden. Después, durante las 6 horas que suele durar la ceremonia de inauguración del nuevo comandante en jefe de Estados Unidos, su equipo tiene seis horas para hacer la mudanza de los nuevos inquilinos de la Casa Blanca. Esto siempre se ha pactado entre los equipo de transición de un presidente y otro. Así, cuando el recién estrenado mandatario entre en su futuro hogar después de darse un baño de masas, ya tendrá todo listo y en su sitio en la Casa Blanca.
Por LA RAZÓN
Normalmente, las muebles y objetos menos vitales se van guardando y empaquetando mucho antes para que el día 20 de enero sólo haya que introducir los nuevos enseres del futuro presidente. Sin embargo, este año hay varias novedades y una vez más, lo que sólo sería una simple mudanza, se ha convertido en polémica.
En primer lugar porque el actual inquilino de la Casa Blanca no se quiere ir. Aún no ha asumido su derrota, Donald Trump sigue en sus trece y, por lo tanto, no se ha hablado de mudanza directamente con el presidente Trump ni nadie se ha encargado oficialmente de esta tediosa tarea. Si Trump en su cabeza no había perdido, no tenía porqué organizar una mudanza, le quedaban otros cuatro años de mandato y residencia en la Avenida Pensilvania.
Así, los trabajadores de la Casa Blanca han contado a la CNN que si bien Melania Trump comenzó a guardar sus pertenencias a finales de noviembre, aún le quedaba más de la mitad. Todo está saliendo rumbo a su residencia en Mar-a-Lago, Florida, una mansión más grande que la actual.
Según cuentan en la CNN, esta operación está siendo “semi-clandestina”, pues nadie quiere inportunar a Trump. “El personal de la residencia ha tenido que ayudar con la operación semiclandestina, facilitando la logística de la mudanza sin levantar la ira del presidente, quien realmente creía que se quedaría”.
Los trabajadores de la Casa Blanca sí saben que el miércoles tienen que salir por lo que van poco a poco recibiendo camiones con cajas de cartón, papel de embalar, pegatinas… para organizar y guardar todo lo acumulado durante los últimos cuatro años.
Alrededor de 400 personas suelen trabajar directamente en la Casa Blanca, por lo que es mucho el material personal y laboral que acumulan. También se ha generado bastante material comprometido que no querrán dejar a los nuevos trabajadores.
La segunda polémica es que el equipo de Joe Biden ya ha anunciado que va a hacer una limpieza a fondo de la Casa Blanca antes de que entre el nuevo mandatario el 20 de enero. Los Biden han pedido una exhaustiva desinfección de la residencia presidencial en Washington para que no haya ni rastro de coronavirus en ningún rincón de la Casa Blanca.
Cabe recordar que la Casa Blanca ha sido foco de contagios de covid-19 en varias ocasiones. Trump, que se infectó y tuvo que ser ingresado, ha minimizado la amenaza del coronavirus, pero a Biden y su equipo sí les preocupa que se puedan contagiar él o sus empleados.
El problema es que ya se ha filtrado a los medios cuánto costará la desinfección e higiene de los Biden El 1600 de la Avenida Pensilvania tiene que ser un edificio libre de covid-19. Según informó la CNN, el total de esta minuciosa limpieza costará medio millón de dólares. Una cifra que se costeará con los impuestos federales.
La “Limpieza inaugural 2021″ incluye un contrato de 127.000 dólares con la empresa de servicios de limpieza Didlake, una empresa con sede en Virginia que emplea a personas con discapacidades para trabajos que incluyen servicios de limpieza. Asimismo, este monto es independiente de la cifra para la limpieza de alfombras: 44.000 dólares.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.