La canciller de Bolivia, Karen Longaric, aceptó la invitación a dialogar que hizo la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México para resolver las diferencias entre los dos países sobre el cerco policial en los alrededores de la Embajada mexicana en La Paz.
En entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola, en W Radio México, Longaric aceptó la invitación del subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, para reunirse y encontrar una salida a la crisis diplomática.
No obstante, aclaró que únicamente se reuniría con el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard.
«Cualquier diálogo que yo vaya a sostener con autoridades mexicanas tiene que ser, naturalmente, con el canciller de México y no con el viceministro», dijo Longaric, agregando que la conversación podría realizarse en «territorio boliviano o en un tercer país».
«Lo importante es bajar de tono a la conversación que innecesariamente se ha dado entre Bolivia y México», agregó.
La canciller boliviana dijo que su país está dispuesto a tener «relaciones amistosas» con México, pero siempre con el marco del «respeto a la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados«. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ha reconocido la Presidencia de facto de Jeanine Áñez, y otorgó asilo político al mandatario depuesto Evo Morales, sobre quien pesa una orden de aprehensión por los supuestos delitos de sedición y terrorismo.
«Hostigamiento policial»
México y el Gobierno de facto en Bolivia protagonizan una tensión diplomática sin precedentes, luego de que Fuerzas Armadas del país andino habilitaran un cerco a la Embajada mexicana en La Paz, con el fin de impedir que cuatro refugiados políticos abandonaran el país sudamericano.
Para la Cancillería mexicana, el dispositivo policial y militar es un acto de «hostigamiento y la intimidación» del Gobierno de facto boliviano, que viola las obligaciones diplomáticas establecidas en la Convención de Viena.
Este martes, durante una conferencia de prensa, Ebrard anunció que México denunciaría a Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia, máximo órgano judicial de Naciones Unidas, por el «asedio policial y militar a las sedes de la Embajada de México en Bolivia».
«Estamos estableciendo conexión con la comunidad internacional porque ni aún en los peores años de las dictaduras militares de los años de 1970 y 1980 se puso en riesgo las instalaciones de México y su residencia», dijo Ebrard.
En respuesta, la Cancillería de Bolivia señaló, a través de un comunicado, que «jamás violará la inmunidad de un recinto diplomático» y que las autoridades mexicanas «han tergiversado y distorsionado la verdad«.
Ante la situación actual con el gobierno mexicano, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia comunica: https://t.co/UI9o3eHOWT pic.twitter.com/PP9RZW9aXa
— Cancillería de Bolivia (@MRE_Bolivia) December 26, 2019
«Me parece una falacia lo que sostiene la Cancillería mexicana, porque hay evidencia, pruebas, de que jamás las fuerzas de seguridad han ingresado a la sede diplomática o a la residencia de la Embajada de México», dijo Longaric, asegurando que la embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado, pidió apoyo el 15 y 29 de noviembre a las autoridades para que se reforzara la seguridad en el recinto.
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