Las manifestaciones convocadas el miércoles en Berlín para protestar por las restricciones adoptadas para contener la pandemia de coronavirus se saldaron con 77 agentes de Policía heridos, según han informado las autoridades alemanas.
Al menos 365 personas fueron detenidas durante las protestas, que concluyeron con la utilización de gases lacrimógenos y cañones de agua por parte de la Policía. Unas 9.000 personas se reunieron en la Puerta del Branderburgo y cerca del Reichtag, donde se debatían las normativas para frenar la expansión de la COVID-19.
«El alcance y la brutalidad de la violencia el miércoles fue inmenso», ha lamentado la presidenta de la Policía, Barbara Slowik, al diario ‘Tagesspiegel’, antes de añadir que los agentes le han relatado que no habían experimentado algo así en Berlín desde hacía décadas.
Según la Policía, los manifestantes trataron de quitar los cascos a los agentes, se les arrancaron los visores y se roció gas lacrimógeno en sus caras. También se lanzaron botellas, piedras y pirotecnia al personal de emergencia.
Además, unas 40 personas trataron de derribar las vallas para acceder al edificio que alberga el Reichtag, acción que desencadenó el empleo de gases lacrimógenos por parte de la Policía.
Hasta el momento, las autoridades sanitarias alemanas han confirmado más de 877.000 personas contagiadas de la COVID-19, incluidas más de 13.500 víctimas mortales a causa de la enfermedad.
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