La condena de la inmensa mayoría de la comunidad internacional hacia Hamás por los ataques terroristas en contra de civiles en Israel fue tan contundente, que los Estados Unidos, así como algunas naciones europeas, no duraron en ofrecer sus servicios asistenciales en caso de que la nación hebrea llegase a necesitar apoyo para contrarrestar la ofensiva islámica en el país.
Por SEMANA
No obstante, el Gobierno de uno de los principales socios comerciales, diplomáticos y militares de Israel en América tomó una postura, considerada como antisemita y lamentable, no solo por los funcionarios israelíes, sino por la comunidad internacional, entre ellos el gobierno de Estados Unidos. Ese fue el caso de Colombia.
El medio británico The Guardian habló este 16 de octubre de una “feroz disputa diplomática” entre Colombia e Israel “por la guerra de Hamás”.
A la cabeza de Gustavo Petro, Colombia ha sido una de las naciones que no ha rechazado, ni condenado, el ataque terrorista de Hamás en Israel, que dejó, inicialmente, más de 260 personas asesinadas.
Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores calificó como “muerte” el asesinato de una de sus connacionales, Ivonne Rubio, de 26 años, lo que causó indignación en la opinión pública del país.
Por otro lado, las publicaciones de Gustavo Petro, en las que compara el nazismo con Israel, además de seguir firme en su posición de no condenar a Hamás, han llevado a que se presenten acaloradas discusiones entre el mandatario colombiano y varios funcionarios israelíes, así como directores de entidades judías, como con el embajador de Israel en Colombia, Gali Dagan, y el director de la Comunidad Judía en Colombia, Marcos Peckel.
Petro mantiene su postura
El medio asegura que “el presidente de Colombia compara las acciones de Israel con las de los nazis mientras Israel acusa a Gustavo Petro de poner vidas judías en peligro”.
Aunque los mensajes de Petro han estado en el centro del huracán a tal punto que Israel ha acusado al mandatario colombiano de poner vidas judías en peligro, como lo demostró el ataque a la Embajada de Israel en Bogotá tras sus publicaciones, el Congreso Judío Mundial acusó a Petro de ignorar a las víctimas del terrorismo de Hamás y catalogar su postura como “un insulto a los seis millones de víctimas del Holocausto y al pueblo judío”.
Al pasar los días, Petro argumentó que “he estado en el campo de concentración de Auschwitz y ahora veo que lo copian en Gaza”, en respuesta al embajador Gali Dagan, en medio de una invitación que le hizo para visitar a Israel.
Esto provocó “una cortés reprimenda del embajador de Israel en Bogotá, Gali Dagan, quien se ofreció a llevarlo a los kibutzim en el sur de Israel que atacó Hamás y donde viven muchos latinos”, reseñó The Guardian.
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