Al volver a abrirse, las escuelas deben equilibrar las necesidades educacionales, sociales y emocionales de sus alumnos junto con la salud y la seguridad de los estudiantes y el personal en medio de la evolución de la pandemia del Covid-19.
Por Unicef y Mayor Clinic
La decisión de cómo serán la escuela y el aprendizaje probablemente la tomarán a nivel local los consejos escolares y los funcionarios.
Estar preparados para una variedad de ambientes de aprendizaje puede darles poder a ti y a tu hijo y reducir la ansiedad. En cada caso, hay medidas que puedes tomar para reducir los riesgos de laCOVID-19, ayudar a tu hijo a sentirse seguro, y tomar decisiones informadas durante la pandemia de Covid-19.
Mantengan un distanciamiento seguro
El distanciamiento físico o social es la práctica de dejar suficiente espacio entre las personas para reducir el contagio de enfermedades. Durante la pandemia de Covid-19, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan mantener por lo menos 2 metros de distancia entre tú y las personas que no viven en tu casa para lograr estas metas.
Pero esto puede no ser práctico en algunas escuelas o con niños pequeños. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) dice que seguir las normas estrictas de distanciamiento físico puede crear un conflicto con los estándares de aprendizaje académicos, sociales y emocionales ideales. Tampoco está claro con qué facilidad se trasmite el Covid-19 entre los niños.
Las medidas para instar a mantener distanciamiento físico mientras se aprende en la escuela de manera presencial pueden incluir las siguientes:
– Asegurarse de que los estudiantes caminen en una sola dirección en los pasillos de la escuela.
– Estar al aire libre cuanto sea posible para las lecciones, las comidas y los recreos.
– Reducir la cantidad de niños en los autobuses escolares.
– Crear espacio entre los escritorios y ponerlos todos mirando en la misma dirección.
– Usar barreras físicas, como escudos y tabiques de plexiglás para separar a los educadores y a los alumnos.
– Dividir a los estudiantes en grupos diferenciados o grupos por edad que estén juntos durante la jornada escolar y reducir la interacción entre los diferentes grupos.
– Eliminar los casilleros.
La evaluación de los riesgos y los beneficios del aprendizaje presencial en la escuela para los niños quizás implique diferentes niveles de distanciamiento físico basados en la edad del niño y su etapa de desarrollo. Por ejemplo, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) recomienda permitir el juego interactivo para los preescolares, mientras que anima a separar a los alumnos en grupos y a usar mascarillas en el caso de los niños mayores.
Usa una mascarilla
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la OMS recomiendan el uso de la mascarilla en espacios públicos cerrados y al aire libre donde haya un riesgo elevado de trasmisión de COVID-19, como en un evento multitudinario, y las escuelas no son la excepción. Este consejo se basa en los datos que demuestran que las personas con COVID-19 pueden trasmitir el virus antes de darse cuenta de que lo tienen.
Si la escuela de tu hijo exige el uso de mascarillas de tela o anima a las personas a usarlas, considera estos consejos:
– Ponerse mascarillas de tela debe ser una prioridad, sobre todo cuando es difícil mantener distancia física como en el autobús, en el lugar donde dejan a los niños o los recogen con el automóvil y cuando entran al edificio.
– Ten varias mascarillas de tela que tu hijo pueda usar. Dale cada día a tu hijo una mascarilla limpia y una de repuesto, y una bolsita limpia y hermética para que ponga la mascarilla cuando no la esté usando, como por ejemplo durante el almuerzo.
– Etiqueta con claridad la mascarilla de tu hijo para que no se confunda con las de otros niños.
– Practica con tu hijo la manera correcta de ponerse y quitarse la mascarilla de tela, evitando tocar las partes de tela.
– Recuérdale a tu hijo que debe lavarse las manos antes y después de tocar la mascarilla.
– Indícale que nunca debe compartir ni cambiar sus mascarillas con las de otros niños.
– Habla con tu hijo acerca de la importancia de ponerse una mascarilla y da el ejemplo usándola en familia.
– Habla con tu hijo sobre por qué algunas personas no pueden usar mascarilla por cuestiones de salud.
– No les pongas una mascarilla a los niños menores de 2 años, a los niños que tengan algún problema para respirar o a los niños que tengan una afección que les impida quitarse la mascarilla sin ayuda.
Mantén las manos limpias
Lávate las manos en casa con tu hijo y explícale por qué es importante lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, sobre todo antes y después de comer, de estornudar o toser, o de ajustar la mascarilla. Para evitar que lo haga con prisa, dile que se lave las manos durante el tiempo que se tarda en cantar el “Feliz cumpleaños” dos veces. Cuando no sea posible lavarse las manos, dile a tu hijo que use un desinfectante para manos a base de alcohol que contenga por lo menos 60 % de alcohol. También, explícale que debe evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
Las escuelas deben tener rutinas que alienten lavarse las manos frecuentemente y seguir buenas prácticas de higiene para las manos, como pedirles a los niños que se cubran la boca y la nariz con el codo o con pañuelos desechables cuando tosan o estornuden, y que luego se laven las manos.
Si tu hijo asiste a la escuela de manera presencial, crea rutinas para antes y después de la escuela que fomenten costumbres saludables, como ponerle en la mochila una mascarilla y desinfectante para manos de repuesto por la mañana, y que se lave las manos inmediatamente después de llegar a casa.
Limpia y desinfecta
Limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia puede ayudar a reducir el riesgo de enfermarse, sin importar si tu hijo aprende en casa o en la escuela. Esta limpieza incluye objetos que se tocan con frecuencia, como pestillos de puertas, grifos, teclados, tabletas y teléfonos.
Un niño hace su tarea después del cierre de las escuelas durante la cuarentena a nivel nacional debido al brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) en San Cristóbal, Venezuela, 20 de marzo de 2020. Fotografías tajen 20 de marzo de 2020 REUTERS / Carlos Eduardo Ramirez
Si estás enfermo, quédate en casa
Debes controlar a tu hijo diariamente para ver si presenta signos de la COVID-19. Entre estos, se incluyen los siguientes:
-Fiebre
-Congestión nasal o goteo de la nariz
-Tos
-Dolor de garganta
-Falta de aire
-Fatiga
-Dolor de cabeza
-Dolores musculares
-Náuseas o vómitos
-Diarrea
-Falta de apetito
-Pérdida reciente del sentido del gusto o del olfato
-Dolor abdominal
-Conjuntivitis
Es posible que algunas escuelas recomienden tomar la temperatura diariamente como parte de los exámenes de detección de síntomas del COVID-19. Pero como muchos de estos síntomas son similares a los de otras afecciones, como el resfriado común, las alergias y la gripe o influenza, la eficacia de estos exámenes de detección puede ser limitada.
Para limitar el contagio con la COVID-19 y otros microbios, los niños deben quedarse en casa y no ir a la escuela ni participar en otras actividades si tienen algún signo de enfermedad o fiebre. Comunícate con el médico si tienes preguntas.
– Salud Mental –
A mi hijo le da miedo regresar a la escuela. ¿Cómo puedo ayudarlo a estar tranquilo?
El comienzo de la escuela o de un nuevo año académico puede ser estresante en circunstancias normales, y mucho más en mitad de una pandemia mundial. Puedes ayudar a tu hijo a estar tranquilo manteniendo una conversación abierta sobre aquello que le preocupa y haciéndole saber que es natural estar nervioso.
En las escuelas, cada vez son más los niños que son llevados y recogidos por algún familiar que no es ninguno de los padres, que se han marchado.
Los niños pueden sentir nervios o reticencia cuando regresan a la escuela, sobre todo si llevan meses estudiando en casa. Sé honesto: por ejemplo, podrías explicarle algunos de los cambios que se podrá encontrar en la escuela, como la necesidad de llevar algún tipo de protección, como la mascarilla.
Además, a los niños también les puede resultar difícil mantener la distancia física con sus amigos y sus maestros en la escuela, por lo que puedes animarlos a pensar en otras formas de establecer vínculos y seguir conectados con ellos.
Tranquiliza a tu hijo hablándole de las medidas de seguridad que se han establecido para ayudar a cuidar la salud de los estudiantes y los profesores, y recuérdale que él o ella también puede ayudar a impedir la transmisión de gérmenes lavándose las manos con jabón y tosiendo o estornudando en el codo.
Recuérdale a tu hijo los aspectos positivos; por ejemplo, que podrá ver a sus amigos y a sus maestros (si regresa a la escuela de manera presencial) y que seguirá aprendiendo cosas nuevas.
En la escuela de mi hijo recomiendan a los estudiantes llevar indumentarias de protección, y eso le está produciendo más nervios. ¿Qué debería decirle?
Aborda la conversación con empatía y dile que sabes que está nervioso por el coronavirus, pero que es sano que hable de sus inquietudes y sus emociones. Los niños pueden sentirse molestos o frustrados si les resulta difícil llevar mascarilla, sobre todo para correr o jugar. Puedes tranquilizarlo diciéndole que muchos adultos se están esforzando para ayudar a proteger a su familia, y hacer hincapié en que es importante que todos respetemos las medidas recomendadas para cuidar de los miembros más vulnerables de nuestra comunidad.
¿Cómo puedo animar a mi hijo a tomar precauciones en la escuela (como lavarse las manos con frecuencia, mantener la distancia física, etc.) sin alarmarlo?
Una de las mejores formas de proteger a tu hijo de la COVID-19 y de otras enfermedades es, sencillamente, animarlo a lavarse las manos con frecuencia. No tiene por qué ser una conversación alarmante. Pueden cantar juntos su canción favorita o bailar para que el aprendizaje sea divertido. No olvides enseñarle que, aunque los gérmenes son invisibles, eso no significa que no estén presentes. Cuando los niños comprenden por qué deben lavarse las manos, hay más probabilidades de que lo sigan haciendo.
También puedes enseñar a tu hijo a cubrirse la tos o los estornudos con el codo y pedirle que te avise si comienza a sentir que tiene fiebre, tos o dificultades para respirar.
¿Hay algún síntoma al que debería prestar atención cuando mi hijo regrese a la escuela?
Además de supervisar el aprendizaje y la salud física de tu hijo cuando regrese a la escuela, también deberías estar atento a cualquier síntoma de estrés o ansiedad. El COVID-19 podría estar afectando a la salud mental de tu hijo, y es importante que le demuestres que es normal y que no pasa nada si a veces se siente agobiado. En caso de duda, la empatía y el apoyo siempre son la mejor opción.
Por otro lado, es motivo de preocupación el posible aumento de los casos de estigmatización y acoso cuando los niños regresen a la escuela, derivado de la transmisión de información errónea acerca de la COVID-19. Deberías explicarles a tus hijos que el virus no tiene nada que ver con el aspecto, el origen o el idioma de una persona. Si han sido objeto de insultos o acoso en la escuela, habría que alentarlos a contárselo a un adulto de confianza. Recuérdales a tus hijos que todo el mundo merece estar a salvo en la escuela y en internet. El acoso siempre está mal y todos deberíamos poner de nuestra parte para difundir amabilidad y apoyarnos unos a otros.
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