Los demócratas que hacen de «fiscales» en el juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentaron este jueves sus argumentos para demostrar que el mandatario ha abusado de su poder y que lo único que le ha guiado en su relación con Ucrania ha sido su interés personal.
«La conducta del presidente es mala, es ilegal, es peligrosa, y engloba los peores temores de los Padres de nuestra Constitución. Esta conducta no es ‘EEUU, primero’ es ‘Donald Trump, primero», advirtió uno de los «fiscales», Jerrold Nadler, presidente de la Comité Judicial de la Cámara Baja, ante los miembros del Senado, donde se desarrolla el proceso de destitución al gobernante.
El «impeachment» entró este jueves en su tercera jornada, después de una primera para debatir las reglas que regirán el proceso y una segunda, en la que los «fiscales» empezaron a explicar sus argumentos contra Trump con un repaso de la cronología de los hitos principales del caso.
«Los cargos más graves jamás presentados contra un presidente»
La acusación detallará a lo largo del día de hoy y mañana los motivos por los que culpa a Trump de abuso de poder, y dedicará el viernes a exponer también el otro cargo contra él, de obstrucción al Congreso.
Nadler describió las acusaciones contra el mandatario «como los cargos más graves jamás presentados contra un presidente».
Este caso se desencadenó después de una queja de un informante a los servicios de Inteligencia por una llamada telefónica en julio entre Trump y su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski, en que el estadounidense pidió al ucraniano que investigara a uno de sus rivales políticos, el exvicepresidente Joe Biden, y a su hijo Hunter por presunta corrupción en este país.
Nadler insistió en que «Trump fue aun más lejos», al retener asistencia militar a Ucrania y condicionar una reunión con Zelenski en la Casa Blanca a que Kiev iniciara las pesquisas contra los Biden.
Los «fiscales» le salvan la cara a Biden
Los demócratas trataron también de desmontar la alegación de Trump de que Biden estuvo involucrado en prácticas corruptas en Ucrania.
En ese sentido, la «fiscal», Sylvia García, aseguró en su alocución que las sospechas sobre Biden «son completamente sin fundamento».
Para apoyar esta afirmación, García detalló los esfuerzos en 2016 del entonces vicepresidente para ayudar a Kiev a despedir al fiscal general, Viktor Shokin. En opinión de EEUU., según García, Shokin no estaba haciendo lo suficiente para acabar con la corrupción en el país europeo.
Shokin había investigado con anterioridad la compañía gasística ucraniana Burisma, a cuyo consejo de administración pertenecía Hunter Biden, pero cuando el vicepresidente presionó para destituir a Shokin esas pesquisas estaban «inactivas», indicó la demócrata.
«No hay comparación, en absoluto, entre lo que él (Biden) hizo y el abuso de poder del presidente Trump», zanjó la «fiscal», quien agregó que el mandatario pidió a Kiev investigar al demócrata con base en «una teoría inventada con la que nadie estaba de acuerdo».
Putin, un hombre religioso gracias a Trump
Los «fiscales» acompañaron sus intervenciones de videos con extractos de las comparecencias de los testigos que han declarado en los últimos meses ante varios comités de la Cámara Baja y sacaron la artillería pesada con testimonios pronunciados en el pasado por los abogados de Trump en los que contradecían sus posturas actuales.
Schiff fue más lejos y se remontó a las elecciones de 2016 para recordar que Trump hizo circular «una teoría conspiratoria muy específica» sobre la infiltración en los servidores de correo electrónico del Comité Nacional Demócrata y de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, rival del ahora presidente en los comicios de hace cuatro años, que defendía que fue Ucrania y no Rusia, el país que pirateó esas cuentas.
«Esta teoría fue traída a ustedes por el Kremlin», indicó el jefe de los «fiscales», Adam Schiff, quien destacó que el presidente hizo suya esa hipótesis.
Para apoyar estas palabras, el demócrata evocó unas declaraciones del presidente ruso, Vladímir Putin, en las que afirmó: «Gracias a Dios, nadie nos acusa de interferir en las elecciones de EEUU. Ahora están acusando a Ucrania».
«Bueno -siguió Schiff-, deben dar el crédito de esto a Donald Trump. Ha hecho que Vladímir Putin sea un hombre religioso», lo que suscitó alguna que otra risa en el hemiciclo.
Una defensa «enérgica» de Trump
No será hasta el sábado cuando la defensa del presidente comience a esgrimir sus alegaciones, que hoy han adelantado que serán «enérgicas».
«Estamos escuchando lo mismo una y otra vez», se quejó uno de los abogados de Trump, Jay Sekulow, a los periodistas, en referencia a los argumentos de la acusación.
«Esta es la manera en la que van a hacer su caso. Les aseguro una cosa: ‘Nosotros pondremos una defensa enérgica con hechos y rebatiendo lo que han dicho. Nuestro trabajo es defender al presidente, la oficina de la Presidencia y la Constitución», indicó.
EFE
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