La congresista demócrata de origen ecuatoriano Debbie Mucarsel-Powell dijo este miércoles que la derrota de su partido en Florida en las elecciones no fue solo por la campaña del presidente de EEUU, Donald Trump, y los republicanos que los tildaron de “socialistas”, sino que fueron “muchos otros factores”.
Por EL NUEVO HERALD
Mucarsel-Powell, aseguró que hubo una campaña de desinformación dirigida a los latinos, un electorado desesperado por reabrir tras la pandemia de la covid-19, atormentado por el miedo a las consecuencias económicas y un partido “que piensa que la identidad racial es nuestra forma (heterogénea) de votar”.
La ecuatoriana, primera congresista suramericana en Washington, perdió su escaño en la Cámara de Representantes en las elecciones del pasado 3 de noviembre, que dieron la victoria al exalcalde del condado Miami-Dade, el republicano Carlos Giménez, quien contó con el apoyo del presidente Trump.
La campaña del alcalde cubano-estadounidense en Florida como la del propio presidente Trump, que ganó con un amplio margen los 29 votos electorales del estado pero perdió las elecciones en el país, se basó en calificar tanto al presidente electo, Joe Biden, como a los demócratas de “socialistas”.
“Sí, el miedo al socialismo es real y arraigado para aquellos de nosotros que huimos de lugares peligrosos en busca del sueño americano. Mi propio padre fue asesinado por un criminal con un arma en Ecuador”, recordó la congresista.
“Pero no es por eso que perdí y no es la única razón por la que el sur de Florida se puso rojo (republicano)”, agregó.
La congresista saliente, de 49 años, que luchó para otorgar el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los venezolanos, y su colega demócrata Donna Shalala, que también luchó por la misma causa, perdieron dos valiosos puestos de ese partido en el Congreso.
“Fui líder en la defensa de la libertad venezolana y, como inmigrante, mi historia es la historia de Miami”, recordó la ecuatoriana.
“Pero no fue suficiente. Porque el sur de Florida es extremadamente diverso. Somos únicos. Y cuando otros tratan de tratar a los latinos como un grupo monolítico, pierden los matices”, subrayó.
La ecuatoriana, que representa hasta enero próximo al distrito 26, en el extremo sur de Florida, con un 70 % de electores hispanos, recordó que ganó ese puesto en 2018 por un 2 % contra el republicano Carlos Curbelo y que ahora lo pierde por el 3 % contra Giménez, quien asume el próximo 3 de enero.
Rememoró que en 2016 la demócrata Hillary Clinton ganó con una ventaja de más del 16 % y en 2020 Trump lo hizo con una de más del 6 % sobre Biden, “eso es un cambio dramático de 22 puntos (…) que no se explica fácilmente con esta falsa narrativa de progresistas (socialistas) contra moderados”.
La licenciada en Ciencias Políticas, sin embargo dijo que animaba a los demócratas a días “mejores”, pero que deben “dar un paso atrás y analizar profundamente cómo estamos hablando con los latinos y con cada votante”.
“Como el primer inmigrante suramericano electo al Congreso, estoy con ustedes y lo vamos a hacer”, agregó.
Nacida en Quito y llegada a los Estados Unidos con 14 años, Mucarsel-Powell dijo que a pesar de la derrota, fue uno de los pocos demócratas a nivel nacional que superó a Biden, porque se centró en la economía, llamó a 23,000 puertas y tuvo conversaciones con 133,000 personas por teléfono y mensaje de texto, invirtió en radio, correo y televisión, y lo hizo en inglés y español.
En la cámara baja del nuevo Congreso los hispanos de Florida estarán representados por tres republicanos de origen cubano: Giménez, la periodista María Elvira Salazar, que se hizo con el escaño de la demócrata Donna Shalala, Mario Díaz-Balart, y el demócrata Darren Soto, de origen puertorriqueño.
En el Senado la representación corre a cargo de Marco Rubio, republicano y también cubanoestadounidense.
EFE
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