Diputados argentinos decidieron la noche del miércoles que continuarán al día siguiente el debate de un polémico paquete de reformas ultraliberales propuestas por el presidente Javier Milei, mientras a las puertas del Congreso miles de personas se manifestaron en contra de la aprobación del paquete porque lo consideran abusivo.
AFP
Tras casi 12 horas de debate, los diputados suspendieron la sesión hasta el jueves a mediodía, cuando el oficialismo espera tener el apoyo para aprobar «en general» la Ley Ómnibus de reformas económicas, políticas, de seguridad y ambientales de cerca de 300 artículos.
La oposición anticipó que el proyecto sufrirá cambios y, de hecho, el debate comenzó con el oficialismo enumerando una larga lista de artículos retirados del dictamen original.
«El proyecto es polémico, pero sólo para quienes quieren cuidar sus privilegios, que vienen del modelo anterior que nos trajo hasta aquí, a este lugar de miseria, indigencia», dijo el diputado oficialista ultraliberal José Luis Espert.
«Sé que la ciudadanía está madura para vivir en libertad», aseguró.
La oposición peronista, que gobernó hasta diciembre, y la minoría de izquierda (en total 104 diputados) rechazan el proyecto, que incluye otorgar a Milei facultades legislativas «delegadas», que alarman a sus críticos.
A lo largo del día, cientos comenzaron a acudir al llamado de los movimientos sociales y, al caer la noche, ya miles se congregaban frente al Congreso. Se registraron algunos momentos de tensión entre manifestantes y uniformados, que les lanzaron gas pimienta siguiendo el llamado protocololo «anti-piquetes» (cortes de vías) del gobierno.
«Con nosotros los piquetes a la vereda y los narcos a la cárcel», escribió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en X.
Tras acabar el debate, algunos caceroleaban en las esquinas. Marisol Sotelo, una docente de 46 años, contó a la AFP que la preocupaba «la privatización y la venta del país» si se aprobaba la ley.
«Son libertarios pero no creen en la libertad, no creen en la democracia. Y en todo caso restringen la libertad a un solo aspecto, que es el papel que le dan al Estado para reprimir», acusó el diputado opositor Leopoldo Moreau durante la sesión.
El resultado final dependerá de la votación «artículo por artículo» de la ley. En ese momento, pueden ser rechazadas varias reformas claves, como la privatización parcial o total de empresas públicas que la oposición considera de valor estratégico nacional.
Algunos artículos «todavía están siendo materia de negociación», dijo el diputado centrista Martín Tetaz, quien –como el resto de la oposición– inició la sesión sin tener una copia definitiva de los cambios discutidos con el oficialismo.
Una vez aprobada, la ley pasará a la Cámara Alta, donde el oficialismo tiene sólo 7 de los 72 senadores, pero confía en reeeditar las alianzas de Diputados.
– «Facultades delegadas» –
Hace cinco días, el gobierno retiró un «capítulo fiscal» muy cuestionado del proyecto, con el que buscaba asegurar el «déficit cero» en las cuentas fiscales.
También resignó cambios en el sistema previsional, que afectarían la actualización periódica del ingreso de casi seis millones de jubilados, depreciado por la inflación.
En medio de un alerta roja por el calor extremo, muchos jubilados se manifestaron frente al Congreso durante el día contra las reformas de Milei.
«Espero que las reboten, porque si no es una monarquía. ¿Cómo le pueden dar a este demente poderes absolutos?», comentó Marcela Ramenda, una jubilada de 64 años, refiriéndose a las «facultades delegadas» que incluye el proyecto.
La oposición objeta la extensión y alcance de las «facultades delegadas» que permite gobernar por decreto y que demandó Milei para introducir reformas que queden excluidas en la Ley.
El texto original de la Ley Ómnibus le aseguraba a Milei un recorte del gasto público de alrededor de 5% del PIB, que ahora promete alcanzar con otras medidas de ajuste.
Desde que asumió, hace 50 días, Milei concentró sus reformas en esta Ley Ómnibus y en un mega decreto con los que pretende refundar el sistema económico y modificar centenares de normas y leyes, para revertir una crisis que mantiene a más del 45% de los argentinos en la pobreza, con una inflación anual de 211% en 2023.
Milei ya avanzó con una devaluación del peso de 50% y la liberación de todos los precios de la economía, que aceleró la inflación al 25,5% en diciembre.
También reflotó el programa crediticio de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que elogió esos primeros ajustes pero pronosticó una recesión de 2,8% de la economía argentina en 2024. Tras ser elegido, Milei había reconocido que el país pasaría por una etapa de «estanflación» que estimó en dos años.
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