Costa Rica comenzó este lunes un periodo de doce días de apertura económica limitada en el área metropolitana, como parte de un acuerdo con empresarios y alcaldes que exigían suavizar el cierre casi total que había anunciado el Gobierno para este periodo en el marco de la pandemia de la COVID-19.
El área metropolitana, donde se ubican las ciudades más pobladas del país y que concentra la mayoría de contagios, vive desde este lunes un periodo de apertura de restaurantes, tiendas, salones de belleza, cafeterías y barberías, que se unen a los que ya tenían permiso como supermercados, carnicerías, verdulerías, ferreterías, talleres de vehículos y hoteles.
Todos estos negocios deben operar a un 50 % de su aforo y aplicar protocolos sanitarios específicos para cada actividad.
El Gobierno había anunciado para las zonas en alerta naranja un cierre casi total para estos doce días (con excepción de servicios esenciales), pero el fin de semana informó de la flexibilización tras reuniones con sectores empresariales, comerciantes y alcaldes, quienes aseguran que no es sostenible seguir aplicando cierres de ese tipo tras 5 meses de pandemia.
En lo que no ha habido flexibilización es en la restricción a la circulación de vehículos que durante estos doce días permite a los automóviles circular sólo un día entre semana y uno del fin de semana, de acuerdo con su número de matrícula.
«La decisión de abrir comercio y restaurantes, entre otras actividades económicas, confirma el cumplimiento de lo acordado con el presidente Carlos Alvarado y nos permite sostener el empleo para evitar que esa cifra alarmante de 24% de desempleo siga subiendo», dijo en un comunicado el presidente de la Cámara de Industrias, Enrique Egloff.
El empresario resaltó que ahora es responsabilidad de los negocios «cumplir con la responsabilidad para mantener los negocios abiertos, cumpliendo estrictamente los protocolos elaborados y aprobados por el ministro de Salud, evitar el contagio y así proteger a nuestros trabajadores».
Las zonas en alerta amarilla, que abarcan prácticamente todos los cantones fuera del área metropolitana, tienen una mayor flexibilidad de apertura de negocios y de circulación.