La Organización Mundial de la Salud, al confirmar que el número de casos semanales de covid-19 ha caído en el mundo un 11 por ciento, deja entrever una desaceleración significativa de este proceso evidenciada además por una caída del 20 por ciento en las muertes en todo el planeta.
Y en este contexto, las cifras en Colombia muestran la misma tendencia, con una disminución vertiginosa de casos nuevos y fallecimientos, después del segundo pico presentado entre diciembre y enero.
Basta ver que en diciembre se reportaron 325.369 casos; en enero 453.009 y en lo que va corrido de febrero apenas sobrepasan los 150.000. Por el lado de las muertes reportadas, pasaron de 6.447 el último mes del 2020, a 10.770 en enero de 2021 y en febrero, algo más de 5.550.
De acuerdo con el salubrista Pedro León Cifuentes Rodríguez, observar que en el país el promedio diario de casos por la pandemia ha disminuido casi el 60 por ciento y las muertes algo menos del 40 por ciento en un mes, es una situación que a nivel general genera un optimismo que debe tomarse con cautela.
De hecho, asegura Cifuentes, que este es el resultado de una serie de factores que de no mantenerse, pueden reactivar de nuevo la pandemia y dar pie a la presentación de un tercer pico en el país.
Julio Cesar Castellanos Ramírez, Director General del Hospital San Ignacio de Bogotá, asegura que esta caída en los registros de la pandemia son consecuencia de las medidas restrictivas aplicadas por las autoridades en el pico de enero, sumadas al comportamiento de la gente.
“Recordemos que aún continuamos en pandemia y esta calma de disminución de casos, no se puede tomar como el fin, solo significa que los sacrificios de movilidad y restricción, tuvieron efectos”, dice Castellanos, por lo que asegura que las conocidas medidas de seguridad deben mantenerse, para evitar que venga el nuevo pico.
El riesgo de un tercer pico
Carlos Pérez, infectólogo de la Universidad Nacional, asegura que el virus sigue circulando y no se ha demostrado que haya disminuido su capacidad para infectar, por lo que de ninguna manera se puede pensar que hay una condición natural que frene los contagios por si solos. “No tener en cuenta esto, puede hacer que la tasa de infecciones empiece a crecer de nuevo” insiste el especialista.
Además de que el virus sigue sin modificarse, también hay que tener en cuenta que aún existe una proporción elevada de la población susceptible de infectarse, tanto que la salubrista Elizabeth Beltrán asegura que si bien las cifras oficiales de casos bordean los 2,3 millones, haciendo una proyección, de acuerdo al estudio de cero prevalencia que el Instituto Nacional de Salud hizo en algunas ciudades, se podría inferir que el 30 por ciento de los colombianos han tenido el virus en su cuerpo, lo que aún dejaría a más de 30 millones de personas con la posibilidad de adquirirlo. Y esto es un factor, que debe tenerse siempre presente.
A lo anterior hay que sumarle, dice el infectólogo Pérez, que en el mundo circulan variantes del nuevo coronavirus con mayor capacidad de infectar y que de llegar al país pueden afectar a más personas en menos tiempo, lo que se puede convertir en otro factor de riesgo para la aparición de otro pico.
Gabriel Riveros, exministro de salud asegura que un elemento que rápidamente puede empujar la aparición de un tercer pico es el relajamiento de la gente frente a las medidas de bioprotección, condicionado en la falsa seguridad que puede generar la caída de los números en los reportes de la pandemia.
“La dinámica de las epidemias muestra que estos descensos cuando las condiciones biológicas del ente infeccioso no han variado como en este caso, pueden incubar reactivaciones que en un momento son lentas, pero que llegan a crecer de manera exponencial”, agrega el exministro.
Lo que dice Riveros toma sentido al revisar que después del pico de julio y agosto del año pasado, se presentó una meseta con una base de 140 muertos diarios que por 12 semanas terminó convirtiéndose en un piso falso , que de acuerdo con Cifuentes, permitió que muchos lo consideraran como una especie de normalidad que a la postre terminó disparando el pico, impulsado por las movilizaciones de diciembre.
Y si bien la vacunación puede ser un elemento que se oponga a la reactivación de la pandemia, esto aún es muy temprano para considerarlo en Colombia, en razón a que hasta ahora se han aplicado menos de 70 mil primeras dosis que no tienen efecto evidente en términos de protección y que faltaría al menos otro mes para que su impacto sobre la pandemia empiece a ser real, un lapso que de acuerdo con Riveros puede ser suficiente, para que la pandemia se reactive.
No hay que dejar de lado que el país se encuentra en la cuaresma que antecede a la Semana Santa que por sus características aumenta la movilidad, la cercanía de personas y la configuración de conglomerados, que son ingredientes básicos para la aceleración de contagios, en un horizonte medido en pocas semanas.
Por lo anterior, el infectólogo Carlos Pérez, asegura que existen todos los factores para que se presente un tercer pico, si no se toman las medidas pertinentes, para evitar que aparezca.
¿Cómo evitar que ocurra?
Luis Jorge Hernández, doctor en epidemiología y profesor de la Universidad de los Andes asegura que la Semana Santa es el mayor riesgo para que se presente ese tercer pico, por lo que no se pueden cometer los mismos errores de diciembre y dice que para minimizar sus efectos, resulta obligatorio llevar a la práctica de manera rigurosa la estrategia PRASS (Pruebas, Rastreo y Aislamiento Sostenible), sin bajar los testeos y los rastreos.
También insiste en la búsqueda de una cultura ciudadana y la exigencia de prohibir las procesiones y aglomeraciones en dicha época, a lo que se debe sumar la vigilancia genómica, para identificar la presencia de variantes del virus, con mayor capacidad de infección.
El infectólogo Carlos Eduardo Pérez, asegura que para evitar el tercer pico, es mandatorio mantener el control de los aforos y la ventilación de todos los espacios, además de modificar horarios laborales, permitir la alternancia en el trabajo y esquivar los sobrecupos en el transporte, así como mantener la restricción en los eventos públicos masivos .“No hay razones técnicas que permitan una reactivación completa del país, como algunos piensan”, enfatiza Pérez.
El exministro Gabriel Riveros dice que evitar un tercer pico en Colombia se torna en una obligación, al saber que no se tendrá una cobertura suficiente de vacunados en los próximos 3 meses, por lo que se debe reforzar la campaña del uso adecuado de tapabocas eficientes en todos los espacios. Insiste en no descuidar el lavado y la desinfección de manos, la ventilación de los espacios cerrados y la prohibición de reuniones sociales y familiares. “Son medidas básicas que han demostrado alta efectividad para controlar el virus, por lo que no se puede permitir que no se apliquen” dice el exministro.
Carlos Alvarez, infectólogo y coordinador de estudios covid de la OMS para Colombia, dice que la manera de evitar un tercer pico es insistir en el llamado a no relajarse en la aplicación de las medidas de autocuidado tanto individuales como colectivas, lo que exige la aplicación de las normas que acaban de salir del Ministerio de Salud sobre las medidas de bioseguridad que realmente sirven y que ya son por todos conocidas, lo que incluye su aplicación en los lugares públicos y los hogares.
“En la medida en que cumplamos estas recomendaciones, es probable que el riesgo de que aparezca este tercer pico se disminuya. Por el contrario, si no se aplica, la lógica epidémica dicta que el tercer pico aparecerá”, remata Álvarez.
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