El paso fronterizo de Rafah, que conecta Gaza con Egipto, sigue cerrado pese a las presiones a Egipto e Israel para que se permita la entrada de ayuda humanitaria a la Franja.
Durante la madrugada, EEUU afirmó que se iba a abrir y fuentes egipcias hablaban incluso de una tregua, aunque después el Gobierno israelí lo ha desmentido.
Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, ha pedido la apertura y a la zona viaja el responsable de asuntos humanitarios de la ONU. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se ha reunido con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, por segunda vez desde que comenzó la guerra.
Mientras, más de la mitad de la población del norte de Gaza ha huido hacia el sur y el centro de la Franja ante el temor a una invasión del ejército israelí. La ONU ha confirmado que al 600.000 palestinos, de una población de 1,1 millones, han abandonado sus hogares en la parte norte.
Desde el fin de semana, Israel ha pedido a la población evacuar la zona, bombardeado repetidamente. Además, Israel ha comenzado a evacuar las comunidades situadas cerca de la frontera con Líbano tras el aumento de la tensión con la milicia chií Hezbolá.
Más de 2.750 personas han muerto por los bombardeos sobre Gaza. En Israel hay 1.400 fallecidos por los ataques de Hamás.
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