El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, definió este domingo como «justos y morales» los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre la Franja.
Con el mundo asistiendo de nuevo expectante y perplejo a la escalada de violencia en los territorios palestinos, este domingo se intuye decisivo para el fin de las hostilidades, según apuntan expertos y diplomáticos extranjeros destinados en Israel.
El apoyo internacional de aquellos países que respaldan todavía al gobierno de Benjamin Netanyahu da síntomas de estar llegando al límite de su resistencia ante las continuas imágenes que describen el horror y la destrucción causada por los masivos bombardeos lanzados por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF).
No obstante, mucho más importante que la presión internacional es que el Gobierno de Netanyahu puede haber conseguido ya sus objetivos en esta nueva escalada militar. Por un lado la destrucción de una gran parte de las infraestructuras de Hamás, tanto militares como de mando operativo.
Por otro, recuperar el impulso político perdido por Netanyahu, que esta semana parecía estar a punto de perder su puesto después de 12 años consecutivos como primer ministro. En estas condiciones, muchos analistas en la prensa israelí coinciden en que este domingo será clave para alcanzar un alto el fuego entre las milicias palestinas y el ejército israelí. Joe Biden ya ha hablado tanto con Netanyahu como con Mahmud Abás y tiene a su enviado especial sobre el terreno para entrevistarse mañana con ambos líderes.
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