La liberación de dos rehenes estadounidenses en Gaza es «un rayo de esperanza» tras «dos semanas de agonía», afirmó hoy Mirjana Spoljaric, presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), organismo que medió en la puesta en libertad y transportó a los dos liberados a Israel.
EFE
«Nos alivia mucho que puedan regresar tras dos semanas de agonía, y continuamos pidiendo acciones para proteger y aliviar el sufrimiento de todos los civiles afectados por este devastador conflicto», subrayó la máxima responsable de la centenaria organización en un mensaje de video.
«Seguimos pidiendo la liberación inmediata de todos los rehenes, y estamos listos para visitarles y facilitar su liberación tras acuerdos entre las partes», añadió Spoljaric.
Destacó que durante su cautividad los rehenes deben recibir asistencia humanitaria, cuidados médicos y «la oportunidad de contactar con sus familias».
«Es esencial que los bandos en un conflicto mantengan un mínimo de humanidad incluso en lo peor de una guerra», afirmó la responsable del comité, quien también afirmó que «la población de Gaza no puede seguir a la espera de una ayuda que necesitan desesperadamente».
«Los hospitales están al borde del colapso, las familias duermen al raso con escasa comida y agua, y pedimos con urgencia una pausa en los combates, para que la ayuda humanitaria pueda entrar», concluyó.
Las rehenes liberadas, una madre y su hija (Judith Tai Raanan y Natalie Shoshana Raanan), fueron puestas en libertad por «razones humanitarias» tras la mediación de Catar, según confirmó hoy el portavoz de las Brigadas Al Qasam (brazo armado de Hamás), Abu Obeida
Ambas fueron secuestradas por la organización palestina que gobierna Gaza durante su ataque contra el territorio israelí del pasado 7 de octubre, cuando estaban en el kibutz Nahal Oz.
El Ejército israelí calcula que unos 200 rehenes siguen secuestrados en manos de Hamás.
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