Cuba manifestó su decisión de continuar siendo garante del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y expresó su deseo de que Bogotá cumpla con el protocolo de ruptura del diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La Habana hace esta aclaración a propósito del reciente informe del Departamento de Estado de EE.UU., donde califica al país como «refugio seguro» para terroristas, por la presencia en Cuba de la delegación de paz del ELN.
De igual modo, considera «contradictorio» que el gobierno colombiano haya reconocido en varias ocasiones el papel de garante de Cuba y no haga lo mismo con los acuerdos suscritos en el proceso de paz que suspendió con el ELN, en enero de 2019.
¿Qué dice el protocolo de suspensión?
En este protocolo, que en su momento fue firmado por Frank Pearl, exnegociador de paz del gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, y por Antonio García, jefe de la delegación del ELN, se estableció que, en caso de una ruptura, las partes tenían 15 días para acordar el retorno del grupos guerrillero a Colombia.
Luego del atentado contra la Escuela de Cadetes Francisco de Paula Santander, en Bogotá, que se atribuyó el ELN, el Gobierno cortó las conversaciones con el grupo guerrillero, levantó la suspensión de órdenes de captura a la delegación de paz y pidió la extradición de algunos de sus miembros.
La administración de Iván Duque, que en un inicio dijo desconocer este acuerdo, ha pedido reiteradamente a La Habana capturar a la delegación del ELN.
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