Cuba registró este jueves 46 nuevos casos de COVID-19, la mayoría en La Habana, que convertida otra vez en el epicentro del virus amenaza con poner en peligro la desescalada en el resto del país.
Las autoridades también anunciaron hoy la primera muerte por coronavirus en poco más de una semana: un habanero de 82 años con varias patologías anteriores que falleció la víspera, informó el director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, en su comparecencia televisiva diaria.
Así, el recuento de fallecidos por COVID-19 en Cuba aumenta a 89, mientras que el acumulado de positivos se elevó a 3.174, de los que ya se han recuperado 2.525, para un 80 % de pacientes curados.
La cifra de hoy es superior a los 35 contagios de ayer miércoles y mantiene la tendencia en torno al medio centenar de esta semana, que tuvo su jornada más crítica el lunes, con 93 nuevas infecciones.
Los enfermos se detectaron entre 4.591 muestras PCR, con lo que el total de estas pruebas realizadas suman 314.499, complementadas con miles de kits rápidos.
De los nuevos pacientes -45 cubanos y un colombiano-, 41 son contactos de otros casos confirmados y en dos no se precisa aún la fuente de infección.
Casos Importados
Tres contrajeron el virus en el extranjero, según el parte del Minsap, que desde hace varios días no especifica los países de procedencia de los infectados en el exterior, después de que se registrara un alto número de contagios en personas llegadas desde Venezuela, principal aliado político de la isla.
Estos pacientes, en cuarentena obligatoria para todos los viajeros llegados a la isla, reportan 98, 100 y 217 contactos, todos aislados en centros estatales.
Entre los casos de trasmisión local, 32 residen en La Habana, epicentro cubano de la epidemia, que tuvo que cancelar su reapertura por el rápido aumento de contagios, que ya han superado en lo que va de agosto el acumulado de casos de julio.
En la capital preocupa sobre todo la dispersión de la enfermedad, detectada en doce de los quince municipios habaneros. La ciudad sumó un nuevo «evento epidemiológico» (relacionado con una tienda), para un total de ocho, informó el doctor Durán.
El resto de los contagios se produjo en las provincias occidentales de Pinar del Río, Mayabeque, Artemisa y en la central Villa Clara, provincias donde no se reportaban casos hasta hace muy poco y donde ahora hay focos relacionados con personas que visitaron La Habana.
Todos estos territorios, menos Artemisa que tuvo que regresar a la fase 2 por el alto número de contagios, se encuentran actualmente en la tercera y última etapa de reapertura, que restablece a plena capacidad los servicios y solo obliga al uso de la mascarilla en espacios cerrados con aglomeración de personas.
En hospitales cubanos permanecen ingresados 1.200 pacientes, de ellos 558 casos activos de coronavirus: tres pacientes en estado crítico, dos graves y el resto evoluciona sin complicaciones.
Salida solo para turistas locales
A poco más de un mes de iniciada la primera fase del plan de reapertura nacional, La Habana tuvo que cancelar el lunes pasado su desescalada y restablecer las restricciones de la etapa de trasmisión autóctona limitada, que incluyen la suspensión del transporte público, el cierre de servicios y el uso obligatorio de la mascarilla fuera de los hogares.
En el país no se ha decretado el confinamiento obligatorio, aunque sí se pide a los habaneros que salgan solo a lo imprescindible.
Las autoridades de la capital ordenaron también la limitación de los accesos a la ciudad para tratar de cortar la propagación del virus hacia otros territorios del país.
La única excepción a esta restricción son los habaneros que ya tenían comprados paquetes turísticos a Varadero y otros destinos fuera de la capital, quienes podrán viajar solo después de someterse a un test rápido que confirme que no son portadores del virus.
La apertura del turismo local ha sido una de las vías que ha encontrado el Gobierno para tratar de reanimar el sector, considerado el motor de la frágil economía cubana y entre los más dañados por la crisis sanitaria.
Cuba cerró sus fronteras a inicios del pasado abril y hasta el momento la fecha de apertura es incierta debido a que depende de la situación en La Habana, la principal puerta de llegada al país.
La entrada a turistas internacionales está limitada a los cayos de las costas norte y sur de Cuba, sin acceso al resto del país, aunque desde julio hasta la fecha solo se ha anunciado la llegada de un vuelo procedente de Bahamas el pasado 1 de agosto.
EFE
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