La jornada de playoffs de la NBA de este miércoles quedó suspendida después de que los jugadores de los Milwaukee Bucks, y luego de otros equipos, se negaran a jugar en protesta por el ataque policial contra el afroestadounidense Jacob Blake.
La NBA y la Asociación de Jugadores “anunciaron hoy que a la luz de la decisión de los Milwaukee Bucks de no pisar la cancha hoy para el quinto partido contra los Orlando Magic, los tres partidos de hoy (…) han sido pospuestos”, dijo la liga en un comunicado.
Además de este partido, también se aplazaron los partidos de primera ronda de playoffs entre los Houston Rockets y los Oklahoma City Thunder y entre Los Angeles Lakers y los Portland Trail Blazers. “El quinto partido de cada serie será reprogramado”, se limitó a agregar la NBA, sin precisar si estas negativas a jugar tendrán alguna consecuencia para los equipos.
Este generó una reacción positiva de varios jugadores de la NBA, estrellas del baloncesto femenino y figuras de la NFL, quienes en las redes sociales manifestaron su apoyo a los basquetbolistas que se encuentran en la Burbuja Disney. Scottie Pipen, leyenda de los Chicago Bulls, escribió: “Black power. Nada más que respeto por los jugadores y entrenadores de Milwaukee”.
A su vez, estrellas de la actualidad como Donovan Mitchell, de Utah Jazz, exclamó: “Exigimos Justicia”. A su vez, DeMar DeRozan, de San Antonio Spurs, pidió a los estadounidenses que acompañen esta medida: “Esta mierda es más grande que el baloncesto. Quien no entienda esto, es parte del problema”.
Más duro fue LeBron James, quien siempre se ha mostrado muy activo en todas las protestas contra el racismo y la discriminación. “Al diablo con este hombre. Exigimos un cambio. Estoy harto de esto”, en un claro mensaje al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a quien siempre ha criticado. El ahora jugador de los Lakers siempre se ha mostrado enfrente del mandatario e incluso hizo campaña en las últimas elecciones por la candidata demócrata, Hillary Clinton.
Quienes también se sumaron al apoyo fueron varias estrellas de la NFL, liga de fútbol americano. Kenny Stills, de Houston Texans, por ejemplo, pidió copiar este tipo de posturas: “La NBA está demostrando cómo se hace. Es hora de conectar con activistas locales para formular demandas”. Más duro fue su colega Tyrann Mathieu, quien escribió en Twitter: “No hay dinero en el mundo que permita tapar los verdaderos problemas que afectan a nuestro cuerpo y alma. No podemos estar contentos cuando nuestras comunidades están sufriendo y compañeros inocentes están muriendo… desde George Floyd, hubo al menos 20 casos más de tiroteos policiales”.
La indignación se desencadenó el lunes en Disney World, sede única del final de temporada de la NBA, con la difusión del vídeo de un nuevo abuso policial contra un hombre afroestadounidense. Blake fue perseguido por dos policías de Kenosha (Wisconsin) que lo balearon a quemarropa cuando entraba a su auto ante la mirada de sus tres hijos.
Bajo el clima de indignación nacional por el crimen hace tres meses del también afroestadounidense George Floyd por un policía blanco, los jugadores pactaron con la NBA que el final de temporada en la sede “burbuja” de Disney World se dedicara a la reivindicación de la igualdad racial y a exigir el fin de la brutalidad policial contra la población negra.
En las últimas horas algunos jugadores, como Pascal Siakam, han señalado que están frustrados con la falta de resultados que perciben de sus gestos diarios de protesta en Disney World. Jugadores de la NBA han convocado a una reunión en la noche del miércoles en Disney World “para determinar los próximos pasos”, avanzó Charania.
La reacción de las figuras del deporte de los Estados Unidos
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