El brote de coronavirus que ha obligado a las autoridades italianas a aislar a más de 50.000 personas en tres localidades de la región de Lombardía y que ya ha dejado dos muertos, un hombre de 77 años y una mujer de 75, se remonta al 1 de febrero después de que el llamado ‘paciente 1’ pasara una noche con un colega que acababa de regresar de China. Después, maratones (uno de ellos en Protofino), trabajo, partidos de fútbol, salidas… Así fue como el ‘paciente 1’ propagó el coronavirus por Italia.
Corriere Della Serra / El Mundo
Según publica el diario Corriere della Sera, una cena con unos compañeros de trabajo en Codogno el pasado 1 de febrero fue el momento en el que la infección encontró su vía de escape. En aquella mesa se encontraba D. G., gerente de una empresa de la localidad de Fiorenzuola d’Arda (Piacanza), que vive más en China que en Italia, el ‘paciente 0’. Con mucha probabilidad este sea el día del contagio.
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El virólogo Giorgio Palù argumentó que cabe la posibilidad de que este hombre que viajó de China tuviera una cantidad clínicamente insignificante de coronarivus en su cuerpo en el momento de los exámenes, pero que lo hubiera contagiado a su amigo durante la cena.
D. G., el que sería el ‘paciente 0’, también se encuentra ingresado. Según ha relatado su padre al Corriere della Sera, los sanitarios llegaron en mitad de la noche, le pusieron una máscara a su hijo y se lo llevaron. «¿Asustado? Por supuesto que sí. Mi hijo me llamó este jueves para decirme que le habían hecho la prueba y que hasta ahora había dado negativo, y que se encuentra bien. Sin embargo, el esposo de una de sus otras hijas sí ha dado positiva, lo que se refuerza a la hipótesis de que D. G. sí estaba infectado con el virus, pero que estaba curado y que siempre ha estado bien, por tanto, asintomático.
Precisamente por esta razón, todavía está recluido en el hospital Sacco de Milán: porque los expertos intentarán con nuevas pruebas para descubrir si ha desarrollado anticuerpos contra Covid-19. Si lo hizo, significa que estaba infectado y salió ileso del virus que ha provocado el brote en Italia.
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Un brote que ha aislado a los vecinos de Codogno, Castiglione d’Adda y Casalpusterlengo, tres localidades de unos 35.000 habitantes situadas a unos 60 kilómetros de Milán; un brote que ya ha dejado a a dos víctimas mortales, un hombre de 77 años y una mujer de 75, que estuvo en contacto en urgencias con el ‘paciente 1’; un brote que tiene a 250 personas en cuarentena a la espera de los resultados que confirme si están infectadas; un brote que ya tiene 45 casos confirmados, entre los que se encuentran 5 sanitarios, una mujer embarazada y el llamado ‘paciente 1’.
EL MAPA DEL CONTAGIO DEL ‘PACIENTE 1
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UNA PROPAGACIÓN SORPRENDENTE
El ‘paciente 1’, de 38 años, se contagio en aquella cena y propagó el virus con una rapidez que ha sorprendido a los propios expertos reunidos desde el jueves en una cumbre de urgencia constante. El hombre, hospitalizado en estado grave en el hospital de Codogno, ignora que es el ‘paciente 1’ del coronavirus en Italia. Su activa vida social y deportiva es lo que ha hecho que los expertos de la ASL de Milán y el Departamento de Salud, liderados por Giullo Gallera, estén reconstruyendo los contactos que el gerente de Unilever de Casalpusterlengo ha tenido en estos últimos 19 días. Prueba tras prueba, contacto tras contacto. Nunca se había visto una situación así en Europa hasta ahora.
En casa, su esposa, embarazada de 8 meses, está hospitalizada en el hospital Sacco. Su prueba fue positiva, pero su condición es particularmente grave.
Después, el deporte. El 2 de febrero, Mattia participa en una carrera en Liguria entre Santa Margherita Ligure y Portofino. Una semana después, el 9 de febrero, corre en Sant’Angelo Lodigiano. Entre los infectados, un amigo suyo. Las autoridades revisan a todos los demás, uno por uno.
El 4 de febrero, el ‘paciente 1’ se encuentra de nuevo en una velada con amigos en la que de nuevo está D. G., que no ha regresado a China dada la situación que hay en el país asiático, pero no imagina la pesadilla en la que su amigo y toda una región está a punto de vivir. Es precisamente durante esta velada en un bar de Casalpusterlengo donde tres clientes del pub enferman, incluso sin haber tenido contacto directo con Mattia. Y así, de uno a otro, y a otro más.
El día 13, seis días antes de que fuera hospitalizado, el ‘paciente 1’ acude a trabajar a las oficinas de Unilever en Casalpusterlengo, donde trabajan unas 160 personas. Mantiene contacto con varias de ellas. Dos días después, el 15 de febrero, el ‘paciente 1’ acude por la mañana a un curso en Codogno. Por la tarde se tralada a la localidad de Madignano a jugar un partido de fútbol con su equipo, el Picchio Somaglia, contra los Amatori Sabbioni. Ese mismo día viaja a Rivergaro donde sale a cenar con dos amigos al restaurante Bellaria. Esa noche tiene el primer síntoma.
El 17 de febrero sigue encontrándose mal y llama al médico, quien le va a visitar a casa alrededor de las 13.00 horas. 24 horas después, a las 14.45 horas del día 18 de febrero, acude a la casa de socorro de Codogno, pero no es hospitalizado. El 19 de febrero a las 03.12 horas de la madrugada vuelve al hospital donde finalmente es ingresado.
Las investigaciones aún están en curso, la reconstrucción exacta de todo lo ocurrido en estos 19 días es complicada incluso para los expertos.
De momento el ‘paciente 1’ se encuentra en estado muy grave en un el hospital Sacco de Milán. «Es una bestia enorme, pesa 90 kilos y tiene una estructura muy fuerte. Pero ahora está muy grave, intubado y dolorido», aseguran sus padres, que viven en Castiglione d’Adda, y están en cuarentena, sin ningún síntoma, en una entrevista. La última vez que hablaron con su hijo fue el miércoles. «No estaba bien, pero no estaba en la UCI, estaba en planta», relatan.
Los compañeros de trabajo, familiares, médicos y enfermeras que atendieron al hombre de 38 años cuando se presentó este miércoles en el hospital han sido puestos en cuarentena. Las autoridades locales han decidido cerrar la sala de emergencias donde se le atendió.
De hecho, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, aseguró el viernes desde Bruselas que «todo está bajo control», y subrayó que el gobierno mantuvo un «nivel muy alto de protección».
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