Decenas de miles de libaneses desplazados por los enfrentamientos entre Hezbolá e Israel emprendieron el miércoles el regreso a sus hogares, tras la entrada en vigor de un alto el fuego instaurado tras dos meses de guerra abierta.
AFP
La tregua, que empezó a las 04H00 locales (02H00 GMT), interrumpe un conflicto que ha dejado miles de muertos y 900.000 desplazados en Líbano, así como de decenas de miles de evacuados en el norte de Israel.
El ejército libanés anunció que había «comenzado a fortalecer su presencia» en el sur del país, bastión de Hezbolá, a unos 30 km de la frontera israelí. Un periodista de AFP vio tropas y vehículos del ejército en dos regiones del sur.
El movimiento islamista Hezbolá aseguró que había logrado la «victoria» contra Israel y que sus milicianos seguían listos para el combate. «La victoria de Dios todopoderoso fue la aliada de la justa causa», dijo la poderosa formación proiraní en un comunicado.
Sin esperar a que los militares dieran luz verde, miles de habitantes del sur de Líbano, de la periferia sur de Beirut y del valle de Becá, en el este, todos ellos bastiones de Hezbolá, emprendieron el camino de regreso a sus casas, observaron periodistas de AFP.
«Pese a la magnitud de las destrucciones y de nuestra pena, estamos felices de haber regresado», dijo Um Mohamed, una viuda de 44 años de la aldea meridional de Zabqin, que se había refugiado en una montaña cerca de Beirut. «Nos sentimos renacer», agregó.
Pocas horas después de la entrada en vigor de la tregua, el ejército israelí anunció que restringiría durante la próxima noche los movimientos de población en el sur de Líbano.
En los suburbios del sur de la capital, bombardeados hasta la madrugada del miércoles, milicianos de Hezbolá circularon en moto ondeando las banderas amarillas del partido y gritando eslóganes ensalzando a Hasán Nasralá, su emblemático líder, que pereció en septiembre en un bombardeo israelí.
La carretera que conduce de Beirut hacia el sur quedó atascada por vehículos y camionetas sobrecargadas, cuyos conductores cantaban y hacían sonar las bocinas.
– «Nueva página» –
Las hostilidades en la frontera libanesa empezaron en realidad al día siguiente de la letal incursión del 7 de octubre de 2023 de milicianos de Hamás en el sur de Israel, que desencadenó la guerra en Gaza.
Hezbolá abrió un nuevo frente, disparando cohetes casi cotidianos contra el norte de Israel, en apoyo a su aliado palestino.
Después de casi un año de duelos de artillería, Israel lanzó el 23 de septiembre una campaña de bombardeos masivos contra Hezbolá y desplegó una semana después tropas terrestres en el sur de Líbano.
Según las autoridades libanesas, al menos 3.823 personas murieron en el país por este conflicto, la mayoría de ellas desde septiembre. Del lado israelí, 82 militares y 47 civiles fallecieron en 13 meses, según las autoridades del país.
El acuerdo fraguado durante semanas por Estados Unidos y Francia significa un «nuevo comienzo» para Líbano, celebró el martes el presidente del país norteamericano, Joe Biden.
El primer ministro libanés dijo esperar que este acuerdo abra «una nueva página» en la historia del país y que permita elegir a un presidente desde hace más de dos años.
El plan pactado prevé una retirada progresiva durante 60 días de los combatientes de Hezbolá y de las tropas israelíes del sur de Líbano, para permitir el despliegue del ejército libanés, explicó el enviado estadounidense Amos Hochstein.
La fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en Líbano, Finul, señaló que estaba adaptando sus operaciones a la «nueva situación».
– Hamás, «dispuesto» a una tregua –
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que la duración de la tregua dependerá «de lo que suceda en Líbano».
En la ciudad israelí de Haifa, Yuri, un desplazado de 43 años, dijo que había ahora «una mayor sensación de seguridad» y que sus hijos podían «volver a la escuela».
Irán, principal apoyo militar y financiero de Hezbolá y Hamás, celebró el «fin de la agresión» israelí.
Un alto cargo de Hamás describió el acuerdo como «un importante éxito» y dijo a AFP que el movimiento palestino «está dispuesto a un acuerdo de alto el fuego y a un acuerdo serio para intercambiar prisioneros».
Al menos nueve personas murieron en un bombardeo israelí en Ciudad de Gaza el miércoles, indicó el Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamás.
En la incursión del 7 de octubre de 2023, los milicianos islamistas mataron a 1.207 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251, según un balance de AFP basado en cifras oficiales israelíes que incluyen a los rehenes muertos en cautiverio.
La ofensiva israelí lanzada en represalia en Gaza ha dejado al menos 44.282 muertos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del territorio, considerados fiables por la ONU.
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