Las investigaciones realizadas sobre sextorsión o extorsión sexual han hallado que este género de corrupción puede afectar tanto a niños, hombres y mujeres, pero apuntan a que el fenómeno afecta desproporcionadamente a las migrantes y a las refugiadas indocumentadas. La crisis humanitaria compleja que enfrentan los venezolanos, como consecuencia del gran patrón de corrupción instaurado en Venezuela en los últimos 20 años, ha empujado a más de cuatro millones de connacionales a dejar el territorio nacional, lo que supondría un alto riesgo de sextorsión para este éxodo masivo.
El informe publicado por Transparencia Internacional, Rompiendo el silencio sobre la sextorsión, previo a la celebración del Dia Internacional de la Mujer, indica que al menos 1 de cada 5 personas ha experimentado o conoce a alguien que experimentó extorsión sexual al acceder a los servicios del gobierno en América Latina, Medio Oriente y el Norte de África, citando el Barómetro Global de Corrupción 2019, que destacó por primera vez los datos de sextorsión.
No obstante, los hallazgos no son suficientes para describir con certeza la dinámica, los patrones y la frecuencia de la sextorsión, ni los sectores o individuos más afectados. Pero los testimonios y las experiencias reportadas hablan de la naturaleza y la escala de este fenómeno, señala el reporte de Transparencia Internacional, que muestra un resumen de casos “en diferentes regiones y sectores que ilustran la variedad de esquemas utilizados para la sextorsión, los matices de la coacción y el contexto”.
El texto recoge una muestra estadística que expresa que en América Latina, 71% de las personas piensa que la sextorsión ocurre ocasionalmente, mientras que en Medio Oriente y la región norte de África, 50% lo cree así. Destaca que en un estudio realizado en Zimbabwe, 57% de las mujeres consultadas manifestaron haber necesitado ofrecer favores sexuales a cambio de servicios institucionales.
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Un acto de corrupción que no se discute
La sextorsión es un tipo de corrupción definida en 2008 por la Asociación Internacional de Mujeres Jueces (IAWJ) – indica el informe -, al notar que magistrados de diferentes regiones reportaron un caso de corrupción que rara vez se discute. Se produce cuando quien, desde un cargo de poder, usa su autoridad para explotar sexualmente a quien depende de ese poder. Ocurre tanto en países desarrollados como en las naciones en desarrollo, y puede afectar a niños y adultos, generalmente individuos vulnerables.
Este género de corrupción hasta hace poco empezó a discutirse y reconocerse como “un fenómeno distinto en el marco de la corrupción o en el marco de la violencia de género”. En tal sentido, «los sistemas estadísticos carecen de las categorías para registrar los pocos casos que llegan a los tribunales, y las quejas han sido mal manejadas”. El resultado ha sido que las víctimas no han recibido justicia.
“Muchas mujeres inmigrantes y refugiadas indocumentadas son coaccionados por los funcionarios para que paguen un doble soborno – monetaria y sexual – a cambio de comida, agua o refugio. Las mujeres pueden ser amenazadas con ser arrestadas por la policía haciendo demandas similares, mientras que otras enfrentan sextorsión mientras buscan obtener permiso para un negocio, permiso de trabajo o una vivienda pública”, subraya el reporte, al tiempo de destacar que “aunque es devastador para los supervivientes/víctimas, la sextorsión tiende a no ser reportado”.
Un marco jurídico
Rompiendo el silencio sobre la sextorsión destaca que a pesar de las consecuencias dañinas de la sextorsión, “muchos marcos jurídicos de lucha contra la corrupción no penalizan explícitamente los actos sexuales coercitivos como formas de soborno, abuso de autoridad o actos corruptos”. Prevalece la concepción de la corrupción como un delito financiero.
Por otra parte, la sextorsión es difícil de establecer más allá de la duda razonable.
Por esta razón, Transparencia Internacional recomienda elaborar una definición y un marco jurídico para sextorsión que permita la judicialización de casos, así como la formación jurídica para garantizar que jueces y fiscales conozcan la sextorsión y cómo procesarla. Además, plantean integrar la sextorsión tanto en la lucha contra la corrupción como en los programas contra la violencia de género para mayor complementariedad
Un caso en 2018
En Venezuela no existen cifras de sextorsión y el fenómeno no se encuentra tipificado como delito en su marco jurídico.
En 2018, Transparencia Venezuela recibió un caso a través de la plataforma de denuncias de corrupción Dilo Aquí, y se prestó apoyo a la denunciante para presentarlo ante la Fiscalía. Según el testimonio, presentado por una usuaria del Saime, un presunto funcionario de esa institución le solicitó una foto desnuda para que le fuera impreso su pasaporte.
Dilo Aquí es una plataforma para formular denuncias de corrupción, que desde octubre de 2019 tiene una opción para casos de violencia de género contra la mujer, a través de la cual pueden ser denunciados los casos de sextorsión y otros delitos establecidos en la ley sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
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