El diálogo entre el Gobierno de Ecuador y el movimiento indígena, que lidera las protestas antigubernamentales por la carestía de la vida, quedó este martes en vilo tras un ataque en el que falleció un militar, lo que llevó al presidente, Guillermo Lasso, a romper las conversaciones con Leonidas Iza, principal promotor de las movilizaciones.
EFE
«No se puede sentar a dialogar con quienes pretenden secuestrar la paz de los ecuatorianos», dijo Lasso en un mensaje a la nación, al anotar que durante la madrugada, un convoy que custodiaba tanqueros que transportaban combustible en la Amazonía «fue atacado por cien violentos».
En el ataque falleció un militar y 12 miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas resultaron heridos, «varios de ellos de gravedad», dijo Lasso sobre este suceso, que elevó el saldo de víctimas de las protestas a 6 fallecidos y alrededor de 400 heridos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
«Fueron cobardemente atacados con armas de fuego y lanzas», apuntó al recordar también que, en la sureña provincia andina de Azuay, fue impedido el paso de un convoy que transporta oxígeno para los enfermos graves que están hospitalizados.
«Estamos a horas de que mueran personas por falta de oxígeno. Es un acto criminal jugar con la vida de inocentes», advirtió Lasso, quien añadió que «el país ha sido testigo de todos los esfuerzos» hechos por su Gobierno para hallar una solución dialogada al conflicto.
El Gobierno se había mostrado abierto al diálogo desde el inicio del conflicto, y finalmente el lunes se concretó el encuentro entre los líderes indígenas, entre ellos Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígena de Ecuador (Conaie), y representes del Ejecutivo, con la mediación de delegados de otros poderes del Estado.
Tras asegurar que han dado «respuestas concretas» a los pedidos de los indígenas, Lasso puntualizó: «No volveremos a sentarnos a dialogar con Leonidas Iza, quien solo defiende sus intereses políticos y no los de sus bases».
Y dirigiéndose en su mensaje a la comunidad indígena, Lasso dijo: «Ustedes merecen más que un oportunista como líder, que los ha engañado a ustedes y a todo un país».
El jefe de Estado recalcó que no negociarán con quienes «mantienen al Ecuador como rehén, con quienes atacan nuestras fuerzas de seguridad y juegan con la salud y la vida de los ecuatorianos».
El gobernante dijo que, mientras no existan las garantías necesarias, «no se puede continuar con el proceso de diálogo», y apuntó que solo cuando se cuente con «legítimos representantes de todos los pueblos y nacionalidades de Ecuador» abiertos a un diálogo «real y franco», el Gobierno regresará a la mesa de diálogo.
«LASSO ROMPE CON EL PUEBLO»
La Conaie, por su lado, aseguró que, con la ruptura del diálogo, el Gobierno está «confirmando su autoritarismo, falta de voluntad e incapacidad» y responsabilizó al jefe de Estado «de las consecuencias de su política belicista. Exigimos respeto para nuestro máximo líder.
«Lasso no rompe con Leonidas, rompe con el pueblo», señaló la Conaie en en su cuenta de Twitter.
En un pronunciamiento brindado en la Basílica del Voto Nacional, sede del diálogo, donde las organizaciones indígenas y campesinas esperaban la llegada de los delegados del Gobierno para continuar las conversaciones, Iza afirmó que lo sucedido en la madrugada fue una «provocación» de las Fuerzas Armadas.
El líder indígena afirmó que las fuerzas de seguridad provocaron el ataque al entrar el convoy a una zona donde había una manifestación, por lo que pidió formar una comisión independiente para que investigue los hechos.
El anuncio de Lasso de romper el diálogo con Iza se dio el día en que se preveía instalar el segundo encuentro entre delegados del Gobierno y los manifestantes, con la mediación de representantes de otros poderes del Estado, de la Iglesia católica y de derechos humanos.
PRIMERA REUNIÓN CON AVANCES
En la primera reunión, celebrada el lunes, hubo avances que llevaron al Gobierno a drogar un decreto que promovía la actividad petrolera en la Amazonía y a comprometerse a no dar más concesiones mineras en áreas naturales protegidas y zonas intangibles.
Sin embargo, el movimiento indígena exigió al Ejecutivo una rebaja mayor en los precios de los combustibles subsidiados, que fueron reducidos el domingo en 10 centavos de dólar.
Para el resto de demandas, como condonar a familias campesinas, deudas vencidas de hasta 10.000 dólares, el ingreso libre a las universidades y el control de precios de productos de primera necesidad, quedaron en formar grupos de trabajo separados.
En días anteriores, el Ejecutivo también aumentó de 50 a 55 dólares un bono para familias en condición vulnerable, duplicó el presupuesto para educación intercultural, condonó créditos vencidos de hasta 3.000 dólares y comenzó a subvencionar hasta en un 50 % el coste de la urea, que se utiliza como fertilizante.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones, descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.