Tras impactar con casi 300 km por hora en las islas Ábaco, de las Bahamas, «Dorian! bajó a categoría 4 este lunes 2 de septiembre en su lento desplazamiento hacia el este de Florida. Ante la seria amenaza que representa, los residentes seguían la noticia con ansiedad y la esperanza de que la poderosa tormenta haga un posible viraje hacia el norte y no toque tierra, así reseñó Panorama
El primer ministro de las Bahamas, Hubert Minnis, calificó de una devastación «sin precedentes» el nivel de daños materiales ocasionados por el huracán a su paso por las islas Ábaco.
«La (isla de) Gran Bahama aún siente el impacto de huracán Dorian, entonces de categoría 5. En base a reportes desde Ábaco, la devastación no tiene precedentes. Los vientos han disminuido hasta los 260 kilómetros por hora, pero Dorian continúa siendo una tormenta muy peligrosa. Nuestro foco ahora mismo es el rescate, la recuperación y las oraciones», escribió Minnis en su cuenta de Twitter.
El fenómeno dejó daños «catastróficos» en la zona con sus vientos sostenidos de 297 kilómetros por hora.
Posteriormente, los servicios meteorológicos han informado sobre una leve disminución en la fuerza de los vientos, de modo que el huracán ahora es de categoría 4.
Nueve condados del estado de Florida (EE UU) han emitido un aviso de evacuación obligatoria para la población, mientras que otros siete han difundido una alerta de evacuación voluntaria debido al acercamiento del huracán Dorian, informaron medios locales.
En Port Saint Lucie, la ciudad costera que estará más próxima a la trayectoria del huracán entre la noche del martes y el miércoles, conocen los pasos a tomar. Muchos negocios ya estaban cerrados y los refugios de la zona comenzaban a llenarse a medida que el cielo se ponía cada vez más lúgubre.
Los barrios de casas rodantes en la ribera del río Indian estaban desiertos y las frágiles construcciones torpemente protegidas. Pero muchos se tomaban la tormenta con humor, porque ya saben qué esperar.
La costa este de Florida está protegida por «islas barrera», islotes alargados que corren a lo largo de la costa. Los residentes de las islas tienen órdenes de evacuación obligatoria y la policía comenzaba a hacer los preparativos para cerrar los puentes que les dan acceso.
Algunos aprovechaban hasta el último momento para ir a ver al mar antes de que las islas queden incomunicadas.
El oleaje, fuerte y agitado, presagia el huracán que se avecina y que devastó el domingo las Bahamas, un archipiélago en el Atlántico donde este lunes Dorian parecía haberse estacionado.