Un tribunal chileno decretó este viernes prisión preventiva para los dos policías que supuestamente dispararon el pasado lunes en estado de embriaguez contra un grupo de personas que se estaban manifestando en la capital, de las cuales 10 tuvieron que ser ingresadas.
EFE
“Nunca había visto una prueba tan abundante en un control de detención”, dijo durante la audiencia el juez del 14° Juzgado de Garantía de Santiago, Patricio Souza.
Los hechos ocurrieron la noche del lunes en La Florida, un popular barrio del sur de Santiago, cuando un grupo de 30 personas organizó una protesta contra el cuerpo policial, que horas antes había celebrado el 93° aniversario de su fundación.
Según la Fiscalía, que les imputa los delitos de homicidio frustrado y pide la máxima pena de cárcel, los agentes abrieron fuego desde un automóvil contra el grupo de manifestantes e hirieron a 10 personas, que fueron trasladadas al hospital, dos de ellas en estado grave.
El fiscal Omar Mérida indicó durante la audiencia de este viernes que el peritaje reveló que “todas las evidencias balísticas fueron disparadas por una sola arma” y que “ambos imputados registraron residuos de disparos en sus manos”.
Los agentes, que iban en estado de embriaguez y no estaban de servicio cuando ocurrieron los incidentes, fueron dados de baja esta semana en la institución, mientras que el Gobierno anunció una querella por homicidio en su contra.
El cuerpo policial lleva varios meses en el punto de mira por su actuación en la dispersión de las protestas que estallaron en Chile el pasado octubre y diversos organismos internacionales como la ONU o Amnistía Internacional le han acusado de haber cometido graves violaciones a los derechos humanos.
En un vídeo enviado al cuerpo policial por el Primero de Mayo, el director general de Carabineros, Mario Rozas, hizo un llamado a “repudiar con fuerza los actos que se aparten de la ley o de nuestras normas y caminar con la frente en alto, sabiendo que esas pocas excepciones, están muy lejos pero muy lejos de ser la regla, aunque algunos digan lo contrario”.
Las manifestaciones a favor de mejores servicios básicos y en contra del desigual modelo económico, las más graves desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con una treintena de heridos y miles de heridos, entraron en una especie de receso por el coronavirus, aunque el lunes hubo algunos incidentes aparte del atropello masivo.
Los expertos auguran que las protestas se reactivarán cuando pase la pandemia, que ya ha infectado a más de 17.000 personas en el país y provocado 234 muertos.
EFE