Cada noche, a las 21.00, los argentinos se unen en un aplauso. Desde ventanas y balcones, los vecinos de las principales ciudades rinden así un homenaje a los trabajadores de la salud que ponen el cuerpo a la pandemia. Pero puertas adentro, en el pequeño mundo de los edificios, proliferan mensajes poco amistosos.
Por EL PAÍS
“Si sos médico, enfermero, farmacéutica, o te dedicás a la salud!!! Andate del edificio porque nos vas a contagiar a todos hdp!!! Tus vecinos”, leyó Fernando Gaitán en el elevador de su apartamento en un barrio de clase media de Buenos Aires. Gaitán es farmacéutico. Primero lloró de impotencia, luego colgó el mensaje en las redes y más tarde hizo una denuncia por discriminación. Su caso no ha sido el único.
A la presión evidente del trabajo en hospitales, algunos médicos suman el repudio de muchos vecinos que ven en ellos una fuente de contagio de coronavirus. Los casos se han multiplicado porque son muchos los que decidieron mudarse solos, a apartamentos alquilados, para aislarse de sus familias. Ha sido el caso de una joven médica del barrio de Belgrano, que hasta hace una semana vivía con sus padres, personas muy mayores que son grupo de riesgo.
Al día siguiente del estreno de su nueva casa, un vecino le pasó por debajo de la puerta un papel impreso que amenazaba con llevarla ante la justicia penal. “Ante el alto riesgo creado por su actividad se ha comunicado a la autoridad correspondiente la situación de riesgo generada al edificio y que, hasta tanto se tome otra medida, se la intima a evitar el tránsito y permanencia en zonas comunes”, leyó la mujer, que no dio su nombre. La propietaria del piso fue la encargada de difundir la carta en las redes sociales. «La médica me llamó llorando, desesperada. Le pedí que me enviara la carta y me empecé a asesorar legalmente. También le dije que se tranquilizara, que esto no tenía ningún valor y que se enfocara exclusivamente en su trabajo”, contó Sylvia, la propietaria, al portal Infobae.
Una médica de Villa Ortuzar, un barrio muy cercano a Belgrano, vivió una situación similar. Elizabeth Melania Alfaro es oncóloga y trabaja en el Hospital Garrahan, el centro público pediátrico más reconocido de Argentina. En el ingreso del edificio donde vive, alguien pegó un cartel con denunciarla si insistía en usar el elevador. “Acá viven muchos adultos mayores, población de riesgo. Tomen las medidas para no tener que caer en la Justicia. ¡Nos tienen que cuidar y ser responsables, piensen en el otro!”, decía el mensaje.
En Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, dos médicos residentes también recibieron amenazas durante el fin de semana. “Si sos médico, enfermero, farmacéutico y/o trabajas en salud… andate!!! Nos vas a contagiar a todos”, decía el mensaje pegado en el elevador, una copia casi textual del que había recibido Gaitán, el farmacéutico, en su casa de Buenos Aires. En todos los casos, las amenazas llegaron a las redes sociales. La de Gaitán, además, mereció el inicio de una causa judicial. Un fiscal ha pedido que se busquen huellas e imágenes de cámaras de seguridad para dar con el autor de las amenazas.
El caso del farmacéutico se hizo viral. Por eso, días después, Gaitán recibió en su cuenta en Facebook historias de colegas que contaban sus propias experiencias traumáticas con los vecinos. “Una médica me escribió y me dijo que cada vez que se levanta para ir al hospital, ve cómo durante la noche los vecinos le rociaron la puerta con desinfectante y cómo le llenan de lavandina (lejía) la vereda. Si alguien no para esto, se convertirá en una locura”, contó.
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