Cerca de 240.000 personas han sido evacuadas para escapar de los incendios que asolan California, cuyas autoridades han recibido refuerzos en hombres y equipos en las últimas horas ante una posible nueva serie de tormentas eléctricas.
Alrededor de 20 focos importantes permanecían el domingo, incluidos el LNU Lightning Complex y el SCU Lightning Complex, respectivamente al norte y sureste de San Francisco.
El LNU ya ha afectado más de 138.000 hectáreas, lo que lo convierte en el segundo incendio perimetral más grande en la historia de California, detrás del Mendocino Complex, que quemó 185.000 hectáreas en julio de 2018. El SCU ya es el tercer incendio más devastador, con más de 137.000 hectáreas destruidas. Sólo estaba contenido en un 10% el domingo por la mañana.
En total, los incendios de gran envergadura reportados en California han causado la muerte al menos a cinco personas y destruido más de mil construcciones, 845 de ellas solo por el LNU, que estaba contenido en un 17% el domingo.
Casi 240.000 personas fueron evacuadas en el estado, dijo el domingo Daniel Berlant, portavoz de la agencia de protección contra incendios de California, CalFire, en un video publicado en Twitter.
Las autoridades californianas reconocieron que se contaba con un número insuficiente de personal para luchar eficazmente contra tantos incendios de gran escala. Sin embargo, los bomberos de California han recibido, en las últimas horas, refuerzos de hombres y equipos de varios estados estadounidenses, entre ellos Oregon, Texas, Arizona y Nuevo México, anunció el portavoz de CalFire.
También fueron movilizados unos 200 hombres de la Guardia Nacional, y alrededor de 14.000 bomberos estaban trabajando el domingo, ayudados por más de 200 aviones y helicópteros, incluidos aviones militares modificados para combatir los incendios. Y el gobernador Gavin Newsom pidió ayuda a Canadá y Australia.
Ya bajo tensión, California se preparaba para vivir una nueva secuencia climática adversa marcada por posibles tormentas hasta el martes, lo que podría provocar el inicio de incendios.
La situación se suma a una tremenda ola de calor, con temperaturas históricas que llegaron a los 54,4°C en el Valle de la Muerte, y a la crisis sanitaria por el coronavirus.. “Simplemente no hemos visto nada parecido en muchos, muchos años”, dijo el viernes el gobernador de California, Gavin Newsom.
Las bodegas en la afamada zona vitivinícola de Napa y Sonoma, que aún no se recuperan de incendios de años anteriores, están amenazadas por el Complejo SCU, que figura entre los diez mayores incendios de los que se tiene registro.
Las reservas naturales también han sido arrasadas. El parque estatal Big Basin Redwoods informó que algunos de sus edificios históricos habían sido destruidos por las llamas.
El parque, que contiene árboles de más de 500 años de antigüedad, resultó «extensivamente dañado», agregó.
Alerta máxima
El subdirector de Cal Fire, Daniel Berlant, dijo que se habían logrado algunos avances en la contención de las llamas. Agregó que se espera que las temperaturas bajen levemente el fin de semana, pero que existe la posibilidad de más rayos en la noche del domingo. “Podríamos volver a experimentar una tormenta eléctrica, por lo que nos mantendremos en alerta máxima”, dijo Berlant.
Residentes en los condados de San Mateo y Santa Cruz optaron por dormir en remolques que aparcaron en estacionamientos o playas a lo largo de la costa del Pacífico. También se instó a los turistas de la zona a abandonar los hoteles o casas de alquiler.