El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden impulsó una nueva norma que acelera la negación de asilo a migrantes que representan un peligro para «la seguridad nacional o pública», informó este jueves el Departamento de Seguridad Interior (DHS).
AFP
«Aunque la cantidad de migrantes que están sujetos a estas prohibiciones es pequeña», el reglamento contempla expulsarlos «más rápidamente», añade en un comunicado.
Hasta ahora los migrantes que presentan un riesgo para la seguridad nacional o pública permanecen bajo custodia del DHS mientras sus casos son remitidos a los jueces de inmigración, un proceso que puede durar años y es costoso.
La nueva regla permite denegar las solicitudes en cuestión de días si hay pruebas de que se les puede rechazar por motivos de «terrorismo, seguridad nacional o penales», explica el comunicado.
Se determinaría durante las llamadas entrevistas de miedo creíble, en las que los funcionarios evalúan si existe una posibilidad de que la persona sea perseguida o torturada si regresa a su país.
Se trata de identificar y expulsar «más rápidamente a aquellas personas que presentan un riesgo de seguridad y no tienen base legal para permanecer aquí», dijo el secretario de Seguridad Interior Alejandro Mayorkas, citado en el comunicado.
La nueva norma, que pasará por un proceso de comentarios públicos durante el cual podría sufrir cambios antes de entrar en vigor, fue anunciada cuando faltan menos de seis meses para las elecciones presidenciales de noviembre.
La migración preocupa sobremanera a los votantes, según las encuestas.
Por eso se ha convertido en un tema central de la campaña para los comicios que disputarán Biden y su predecesor republicano Donald Trump, quien acusa al demócrata de actuar con mano blanda frente a la crisis migratoria.
La patrulla fronteriza estadounidense interceptó en marzo 189.372 veces a migrantes y solicitantes de asilo, en su mayoría latinoamericanos, que cruzaron ilegalmente la frontera con México, según datos oficiales.
Es algo menos que en febrero y bastante menos que los casi 302.000 de diciembre pasado, pero con todo se ha interceptado a más de 1.300.000 desde octubre, cuando comenzó el año fiscal.
El gobierno ha impulsado el uso de las deportaciones aceleradas para aquellos migrantes que cruzan la frontera sin visa y no han usado las «vías legales», como pedir cita a través de una aplicación de teléfono móvil (CBP One), hacer los trámites en los países por los que pasan o acogerse a permisos humanitarios y de reunificación familiar.
Desde el 12 de mayo de 2023 hasta el 1º de mayo de 2024, el DHS ha expulsado o devuelto a sus países a más de 720.000 individuos, la gran mayoría de los cuales cruzaron la frontera con México, incluidos más de 109.000 miembros de familias, según datos oficiales.
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