El pago de la deuda con la Hacienda española del rey emérito de España, Juan Carlos I, ha agitado el debate sobre su posible regreso al país después de cuatro meses y medio de estancia en Emiratos Árabes Unidos, aunque desde la Casa Real se mantiene silencio sobre el supuesto deseo del exmonarca de volver en Navidad.
Carlos Pérez Gil / EFE
Juan Carlos de Borbón ha trasladado su intención de cerrar, al menos temporalmente, su estancia en Abu Dabi a través de allegados, aunque algunos de ellos han mostrado sus reticencias a que las navidades sean el momento adecuado por la repercusión que acarrearía su llegada a España.
La Fiscalía del Tribunal Supremo español mantiene en curso tres investigaciones sobre el padre de Felipe VI, el actual monarca español, y va a examinar con detalle su liquidación con Hacienda, cifrada en 678.393 euros.
Además de por sus problemas con el fisco español, la Fiscalía del Alto Tribunal, tiene abiertas indagaciones a Juan Carlos I, de 82 años, por un presunto blanqueo de capitales, tras recibir un informe del organismo público encargado de supervisar y prevenir este tipo de delitos.
El rey emérito español está siendo investigado también por el posible cobro de comisiones millonarias por las obras del tren de alta velocidad (AVE) a La Meca (Arabia Saudí).
LA IDONEIDAD DE SU REGRESO A ESPAÑA
En medio de la discusión abierta sobre la idoneidad o no de su regreso a España, el Gobierno español, encabezado por el socialista Pedro Sánchez, ha recordado esta semana que que el exjefe del Estado no tiene por el momento ninguna causa judicial y deja la decisión en manos de la Casa Real, que de momento no se ha pronunciado.
«El rey emérito quiere volver. Y para articular su regreso de manera correcta, lo lógico es que haya un acuerdo entre Felipe VI, la Casa Real y el Gobierno», recomienda el expresidente del Senado español Juan José Laborda.
En declaraciones a EFE, Laborda cree que sería conveniente que el Parlamento español se sumara de algún modo a la búsqueda de una solución al tratarse de una monarquía parlamentaria.
El que el rey emérito sea una persona mayor -el próximo 5 de enero cumplirá 83 años- y que «necesita ayuda» por su estado físico, debería ser una atenuante para facilitar su regreso, según el expresidente socialista del Senado.
Otros expertos, en cambio, discrepan de que la vuelta de Juan Carlos I fuera pertinente a la vista del intenso debate político actual sobre la Monarquía, caldeado por la formación republicana Unidas Podemos, socio en el gobierno de coalición con el Partido Socialista (PSOE), y los independentistas.
Para el historiador Jordi Canal, es «comprensible» que Juan Carlos de Borbón quiera reencontrarse con su familia en Navidad, pero «desde el punto de vista político e institucional, no es un buen momento».
«A nivel mediático, Felipe VI quedaría reducido a un segundo plano. Entiendo la prudencia de la Casa Real. Él está haciendo muy buen trabajo y lo único que le está generando problemas es su padre», reflexiona a EFE Canal, autor del libro «La monarquía del siglo XXI».
LA INCÓGNITA DEL ALOJAMIENTO
En caso de que Juan Carlos I pusiera fin a su «paréntesis» fuera de España, como él lo definió cuando el pasado 3 de agosto, cuando decidió salir del país e instalarse en los Emiratos Árabes, otra incógnita por dilucidar es dónde se alojaría.
Felipe VI le retiró la asignación económica que recibía del Estado español, además de renunciar a su herencia como rechazo a sus negocios ocultos en el extranjero, pero el anterior jefe del Estado sigue siendo miembro de la Familia Real y conserva el título vitalicio de rey.
Como prueba de la conexión institucional que aún mantiene, la Casa Real le ha incluido en la postal navideña de este año con su firma junto a la de la reina Sofía y la felicitación de «Felices pascuas y Año nuevo».
Canal sostiene que sería «un inmenso error y generaría todavía más complicaciones» un hipotético regreso al Palacio de la Zarzuela, la residencia habitual de la monarquía española, «aunque tuviera derecho a hacerlo» por su estatus.
Laborda se inclina por que su residencia forme parte también del eventual acuerdo entre la Casa Real y el Gobierno.
Entre las alternativas que se han apuntado, está el chalé donde vivía Pilar de Borbón, la hermana mayor de Juan Carlos I, fallecida hace casi un año, en una zona residencial de la periferia de Madrid.
También se ha hablado de la localidad de Sanxenxo, en Galicia (noroeste de España), donde el rey emérito tiene amigos, con los que ha estado en contacto durante su estancia en Emiratos Árabes Unidos.
Una tercera opción podría ser el piso de una de sus hijas, la infanta Elena, en Madrid, con el inconveniente de que está muy expuesto al estar en el centro de la capital española.
Su hija mayor, que está muy ligada a su padre, viajó a Abu Dabi hace pocas unas semanas, en la única visita familiar que ha trascendido.
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