El alcalde de Nueva York, Eric Adams fue acusado formalmente por un gran jurado en una investigación federal que ha sacudido su administración. La acusación, que lo convierte en el primer alcalde en funciones de la ciudad en enfrentar cargos criminales, permanece sellada y se espera que sea revelada el jueves 25 de septiembre por el fiscal federal Damian Williams, según informó The New York Times.
Adams, quien se entregará a las autoridades la próxima semana, declaró en un comunicado citado por el New York Post que “siempre supe que si defendía a los neoyorquinos sería un objetivo, y eso me convertí. Si me acusan, soy inocente y lucharé con todas mis fuerzas y espíritu”. La oficina del fiscal del Distrito Sur de Nueva York, encargada del caso, no ha emitido comentarios al respecto.
La acusación se relaciona con presuntas irregularidades en la financiación de su campaña electoral, específicamente con dinero supuestamente canalizado ilegalmente por el gobierno turco a cambio de la aprobación del consulado turco en Manhattan, según The Associated Press.
Esta situación ha generado un ambiente de incertidumbre y pánico en el Ayuntamiento, especialmente tras una serie de redadas en septiembre que apuntaron a altos funcionarios de la administración de Adams. En noviembre pasado, una redada dramática en la casa de Brianna Suggs, una de las principales recaudadoras de fondos de Adams, reveló la magnitud de la investigación.
Posteriormente, las autoridades federales también allanaron las viviendas de otros colaboradores cercanos al alcalde, como Rana Abbasova y Cenk Ocal, un ex ejecutivo de Turkish Airlines que trabajó en el equipo de transición de Adams. Incluso, el propio alcalde tuvo sus teléfonos y iPad confiscados por agentes del FBI en las calles de Manhattan.
La investigación ha sido meticulosa y extensa, con solicitudes de registros que abarcan comunicaciones entre la administración de Adams y varios países extranjeros, incluyendo Israel, China, Qatar, Corea del Sur y Uzbekistán. Estas solicitudes se suman a las citaciones del gran jurado que la campaña de Adams recibió en julio, buscando información sobre donaciones de campaña vinculadas a Turquía.
El impacto de esta acusación es histórico, ya que es la primera vez en 170 años que un alcalde de Nueva York enfrenta cargos criminales. Aunque otros alcaldes recientes, desde David Dinkins hasta Bill de Blasio, han sido investigados por corrupción, ninguno ha sido acusado formalmente. El caso más cercano fue el del exalcalde Jimmy Walker, quien renunció en 1932 mientras estaba bajo investigación, pero nunca fue acusado.
La situación ha generado una serie de cuestionamientos sobre la capacidad de Adams para continuar en su cargo, con crecientes presiones para que renuncie. La gobernadora Kathy Hochul tiene la autoridad para destituirlo si lo considera necesario.