“Fue una decisión muy difícil, pero muy humana”. Así justificó el presidente Andrés Manuel López Obrador su aval a la determinación del gabinete de seguridad de dejar en libertad a Ovidio Guzmán López el jueves.
Después de que fuerzas federales ejecutaron una orden de aprehensión con fines de extradición en Culiacán, Sinaloa, en contra del hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se desataron balaceras en la localidad, lo que orilló al gobierno a desistir de su acción. Según reportes los sicarios del Cártel de Sinaloa rebasaban 2 a 1 a los elementos castrenses, tomaron rehenes y amenazaron con atacar a la población civil.
Desde la tarde del jueves cuando se dieron a conocer los primeros detalles de la claudicación del gobierno, la conversación nacional giró en torno a esa polémica decisión. En un país que se encuentra polarizado desde la llegada al poder del primer gobierno de izquierda en la historia, no es de extrañar la división de opiniones también sobre los sucesos en Culiacán.
“Yo siempre creo mucho en la sabiduría de la gente y sé que la mayoría de los mexicanos aprobó la decisión del Gobierno”, dijo el lunes en su conferencia de prensa López Obrador tras la oleada de críticas al Gobierno.
De acuerdo con una encuesta de Reforma publicada este lunes el 49% de los mexicanos reprobó la decisión de liberar a Ovidio Guzmán, mientras que el 45% cree que fue lo correcto.
A pesar de que AMLO, como se le conoce en México al presidente, negó que la liberación del líder criminal muestre debilitamiento del Estado, el 56% de los mexicanos ve a los narcos más fuertes. Solo el 33% consideró que el Gobierno es más poderoso.
El diario concluyó que el 56% de la población considera que la estrategia contra el narcotráfico y el crimen organizado está fracasando.
“No es tiempo de cambiar la estrategia… además de este caso, hay otros indicios de que vamos por el rumbo correcto”, sostuvo Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana.
Después del fallido operativo, el gabinete de seguridad aceptó errores, precipitación y falta de capacitación en el intento de arrestar a Guzmán López. Sus titulares que representan a la Marina, el Ejército y Seguridad Pública, rechazaron presentar su renuncia.
Múltiples editoriales coincidieron en que la derrota del gobierno sentaría un precedente nefasto para todo el sexenio de López Obrador.
“El presidente de México acaba de hacer un pacto con el Diablo, él esencialmente le dice al Cártel de Sinaloa: “Ustedes son lo que mandan”, comentó a Proceso Jack Riley, ex jefe de operaciones de inteligencia de la DEA.
El canciller Marcelo Ebrard, al igual que el resto del gabinete, respaldaron la decisión que se tomó el jueves. De acuerdo con el funcionario, habrían sido más de 200 muertos los que se habrían registrado en caso de que los enfrentamientos hubieran escalado.
En su conferencia matutina del lunes, el presidente dijo tener el respaldo de la población ante su decisión y acusó una campaña de sus adversarios.
“Fue una tarde noche muy difícil, de crisis. Para la noche ya tenía la información de que había pasado lo difícil y se empezó a normalizar la situación en Culiacán, se vuelve a la normalidad. Hubo en este tiempo una campaña irracional de nuestros adversarios, fuera de lo normal, pensaron que era el momento de afectarnos políticamente”.
Legisladores del PAN exigieron el viernes la renuncia del titular del Ejecutivo y presentaron una denuncia por posibles delitos al liberar al criminal.
“Imagínense esos mismos que gritaban como pregoneros que había que usar la fuerza y ‘tener pantalones’, con esa concepción machista. Como si gobernar un país fuera estar encargado de un cuartel, ser un represor. Gobernar un país debe ser cuidar la vida de todos, ese es su propósito principal. Imagínense si se continúa con el operativo, se hubiera perdido la vida de muchos, esa fue la valoración que se hizo, muchos iban a perder la vida, gente inocente, población civil, no solo los delincuentes que son seres humanos, los soldados, sino civiles”.
En redes sociales también hubo una confrontación con diversos “hashtags”. Mientras algunos ponderaban la acción del mandatario y le mostraban su respaldo, había otras como “renuncia” y “cobarde”. Para AMLO, la causa suprema de evitar una masacre, compensa el daño a su imagen que pudieron haber causado los eventos del jueves.
“Independientemente si bueno o malo, si nos afecta políticamente, aquí lo más importante es tener la conciencia tranquila y saber que se actúa con humanismo, eso es lo más importante”.
Con información de Infobae
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