La Cámara de Diputados de Paraguay aprobó este miércoles el empleo de los fondos socioambientales de las dos hidroeléctricas binacionales del país suramericano en la adquisición de insumos médicos y medicamentos para la lucha contra la covid-19, un proyecto impulsado por la oposición y rechazado una semana antes por los legisladores oficialistas.
EFE
La ley sancionada, que ahora pasa al Ejecutivo, redirecciona al Ministerio de Salud un total de 150 millones de dólares correspondientes a los gastos socioambientales anuales del lado paraguayo de las represas de Itapú y Yacyretá, compartidas con Brasil y Argentina, respectivamente.
El proyecto fue aprobado con 40 votos a favor y 39 en contra, estos de legisladores del gobernante Partido Colorado, mayoría en la Cámara Baja.
Los colorados, que respaldaron el proyecto en general, solicitaron una segunda votación con modificaciones, entre ellas sustituyendo la cita «dispóngase al Poder Ejecutivo» por «autorícese».
Sin embargo esa votación se inclinó por el proyecto sin ese cambio ante la unidad de la oposición, con el Partido Liberal como la principal formación, y el apoyo de varios diputados oficialistas.
El proyecto es el aprobado la semana pasada en el Senado, presentado por los liberales después de que fuera rechazado en Diputados.
El oficialismo adujo que el empleo de esos fondos era anticonstitucional y no permitido en los acuerdos entre los otros dos países que comparten las hidroeléctricas.
Desde la oposición se incidió en las críticas al destino de esos fondos medioambientales a gobernaciones y municipios controlados por el conservador Partido Colorado, la fuerza política hegemónica del país por décadas.
Sin embargo, los senadores liberales presentaron el proyecto en el Senado un día después de que el presidente del país, el colorado Mario Abdo Benítez, anunciara la postergación de la construcción de un puente estratégico con Brasil para obtener fondos para la covid.
El monto, de 30 millones de dólares, provenía de la Binacional de Itaipú, lo que desdijo el argumento de los diputados colorados un día antes en la Cámara Baja.
El debate en el Congreso se dio ante una ciudadanía que el mes pasado salió a las calles de Asunción para exigir la renuncia de Abdo Benítez y denunciar las deficiencias del sistema sanitario, más evidenciadas por la pandemia.
Abdo Benítez admitió este martes que el sistema estatal de salud está altamente exigido», con hospitales «superados» ante el incremento de pacientes con covid-19.
A ese escenario se suma la parálisis de la campaña de vacunación debido a la escasa cantidad de vacunas que ha gestionado el Gobierno, que de momento se limitan al personal sanitario y aparte del sector de adultos mayores.
El país suramericano, de unos siete millones de habitantes, registró el martes 89 muertes por la covid, que elevan el total a 5.470, mientras que los positivos de ese día fueron 2.603, con lo que son 255.046 los casos desde marzo de 2020.
La presión en los centros de salud públicos se traduce en 2.688 internados, según ese reporte, de los cuales 521 están en unidades de terapia intensiva.
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