La policía de Nicaragua ha detenido la noche de este lunes a líderes universitarios y cuatro reconocidos líderes campesinos que estuvieron al frente de las protestas de 2018, que exigían el fin del régimen de Daniel Ortega. Entre los detenidos están dos figuras relevantes de la oposición: el estudiante Lesther Alemán y el campesino Medardo Mairena, quien se convierte en el sexto precandidato presidencial apresado desde el mes de junio por el sandinismo.
Lesther Alemán, el líder universitario que en 2018 encaró a Daniel Ortega con el grito de “ríndanse” en el llamado diálogo nacional convocado por la iglesia católica durante las protestas sociales, fue apresado la noche de este martes, ha informado su agrupación, la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN). Junto a Alemán ha sido detenido el universitario Max Jérez. Estos estudiantes se suman a los 21 presos políticos que el Gobierno sandinista ha capturado bajo el argumento de “traición a la patria” y un supuesto caso de lavado de dinero contra la líder opositora Cristiana Chamorro.
El Movimiento Campesino, una fuerte agrupación opositora de Nicaragua, ha informado de la recaptura de su líder y precandidato presidencial, Medardo Mairena. También otros dirigentes campesinos han sido apresados: Pedro Mena, Fredy Navas y Pablo Morales. Mairena ya había sido detenido en 2018 y fue liberado un año más tarde tras una cuestionada Amnistía decretada por Ortega. El precandidato de origen campesino fue condenado a 216 años de prisión en aquel momento, y durante su encierro de más de once meses denunció torturas y malos tratos.
“Lesther y Max estaban en una casa de seguridad desde hace buen tiempo debido al asedio que sufrían. Desde el día de ayer tenían presencia policial en la casa. Hoy temprano pude hablar con Lesther y me dijo que estaba emocionalmente estable ante cualquier vicisitud. Desgraciadamente a estas horas de la noche, como es la norma, cobardemente los apresaron”, ha informado Yubrank Suazo, excarcelado político e integrante de la plataforma Alianza Cívica, de la que forman parte los universitarios arrestados. “Estos estudiantes son baluarte de coraje y entrega a la lucha azul y blanco. Lesther dijo hace unos días que, como opositor a Ortega, estaba preparado para la cárcel o la muerte”, ha dicho Suazo, quien no descarta que pueda ser arrestado.
Alemán fue una de las voces que desafió públicamente a Ortega en el diálogo nacional en 2018, y su increpación trascendió las fronteras de Nicaragua. “Esta no es una mesa de diálogo. Es una mesa para negociar su salida y lo sabe muy bien, porque el pueblo es lo que ha solicitado”, dijo Alemán, con voz firme, en 2018.
Con el arresto de estos estudiantes y campesinos, el Gobierno Ortega-Murillo ha descabezado a casi toda la oposición nicaragüense, entre ellos periodistas, cerrando el camino para su reelección en las elecciones previstas para noviembre. Pese al amplio rechazo internacional, Ortega ha dicho que “no dará ni un paso atrás” encarcelando a opositores. “Aquí no estamos juzgando a políticos, no estamos juzgando a candidatos. Aquí se está juzgando a criminales que han atentado contra el país”, dijo Ortega el 23 de junio. El mandatario sandinista señaló que los detenidos intentaban organizar “otro golpe de Estado” similar al estallido que ocurrió en abril de 2018 para derrocarlo. “Eso es lo que estamos persiguiendo, investigando, y eso es lo que se castigará en su momento, tal y como lo mandan las leyes”, agregó.
Los familiares de los opositores presos han denunciado que la policía no les permite el ingreso de comida y medicamentos a la cárcel de Auxilio Judicial, donde están detenidos. Tampoco les han permitido el acompañamiento jurídico.
La mayoría de estas redadas han ocurrido de noche y defensores de derechos humanos lo catalogan como “secuestros”. La Policía ha asaltado y allanado la casa de 12 personas en horas de la noche o la madrugada. Las invasiones nocturnas no las contempla la Constitución y se catalogan como asaltos. “La noche se ha vuelto sinónimo de miedo y para algunos de terror”, ha dicho el obispo Rolando Álvarez. “Los Ortega-Murillo “utilizan el terror” para desmovilizar y desorganizar a opositores y periodistas”, ha afirmado Gonzalo Carrión, defensor de derechos humanos.
Carrión considera que el régimen sandinista está instaurando “las noches de terror” que llevan el mensaje de infundir miedo a los demás opositores y el resto de los ciudadanos. “Es común escuchar a las personas en Nicaragua preguntarse: “¿quién es el próximo?”, agrega Carrión, quien recuerda que esta estrategia fue utilizada también por la dictadura somocista para aterrorizar a opositores.
En las últimas semanas más de una docena de periodistas han tenido que salir de Nicaragua para preservar su libertad, como el reconocido periodista Carlos Fernando Chamorro, quien volvió a Costa Rica tras el allanamiento de su vivienda por la policía. El gobierno ha arrecido las amenazas de aplicar a los reporteros la ley de “Ciberdelitos”, una norma que le da potestad al gobierno a decidir qué es noticia falsa, imponiendo entre uno a ocho años de prisión.
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