Y el día al fin llegó: Luis Manuel Díaz, el padre del futbolista colombiano Luis Díaz, al fin se reencontró con los suyos este jueves 9 de noviembre, después de haber sido secuestrado por el ELN el pasado 28 de octubre, en el municipio de Barrancas, en La Guajira.
Durante doce días, la familia del jugador del Liverpool aguardó entre la esperanza y la angustia la liberación de ‘Mané’, el patriarca de los Díaz, a quien un helicóptero recogió este jueves en un punto de la Serranía del Perijá y dejó, horas más tarde, en manos de una comisión de Naciones Unidas y la Iglesia católica, en el aeropuerto Alfonso López Pumarejo de Valledupar, en el Cesar.
A su regreso a la libertad fue recibido por su esposa, Cilenis Miranda –que también había sido secuestrada ese 28 de octubre y liberada horas después–, la mujer de la que ‘Mané’ se enamoró para siempre, a la que conquistó con vallenatos dulzones hace más de 30 años y con la que tuvo cuatro hijos.
Una historia de amor y de fútbol
Sería Cilenis quien se convertiría en la cómplice amorosa de ‘Mané’, un apasionado por el deporte, que dejó su trabajo como chef en El Cerrón porque el amor por el fútbol fue más grande. Él sería el hombre detrás de la carrera futbolística de Lucho.
El hombre que solía organizar partidos de fútbol con los muchachos del barrio Lleras, en Barrancas, en los que participaban sus hijos, con la secreta esperanza de que alguno de ellos construyera la carrera en el fútbol que a él la vida no le permitió. Sería en esa cancha, ubicada frente a la casa de los Díaz, donde la estrella del Liverpool haría sus primeros goles.
Cilenis es también la madre abnegada que sabe bien que en su casa el fútbol es casi otro integrante de la familia. Y que lo disfruta y sufre igual que ‘Mané’ y sus hijos. Es que Luis Manuel padre abrió desde hace treinta años una escuela de fútbol, a la que bautizó Bayern, cuyas puertas siguen abiertas hoy. Y lidera además otra en el barrio Villa Luz, cuya cancha fue acondicionada y dejada como de primer nivel con los generosos aportes que Luis le ha dado a su padre, desde que comenzaron sus buenos tiempos como jugador internacional.
Justamente, durante los días de cautiverio, Cilenis contaba con tristeza que cerca de treinta niños de Barrancas extrañaban al profe ‘Mané’, como cariñosamente lo llaman.
La felicidad también llegó para los hermanos Díaz. Uno de ellos conmovió a los colombianos, con su rostro bañado en lágrimas en SEMANA, al conocer la noticia del regreso a la libertad de ‘Mané’. Una felicidad para la familia guajira, tan grande como el más exquisito de los goles de Lucho, el más famoso de la casa.
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