La economía británica creció un 0,5 por ciento en octubre, según mostraron este lunes datos oficiales, tras la fuerte caída del mes anterior por el funeral de la reina Isabel II, pero el ministro Jeremy Hunt advirtió que la recuperación tiene todavía un largo camino por delante.
El producto interior bruto cayó un 0,6 por ciento en septiembre, después de que las empresas cerraran por el funeral real, y la economía británica se contrajo un 0,2 por ciento en el tercer trimestre, según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).
Darren Morgan, director de estadísticas económicas de la ONS, afirmó que la economía se vio favorecida especialmente por las ventas de automóviles, que “repuntaron tras un septiembre muy pobre, mientras que el sector sanitario también registró un mes fuerte”. La ONS dijo en su comunicado del lunes que en los tres meses hasta octubre, la economía se contrajo un 0,3 por ciento.
El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, afirmó en un comunicado que, a pesar de que las cifras muestran crecimiento, “queda un duro camino por recorrer”.
“La alta inflación, exacerbada por la guerra ilegal de (el presidente ruso Vladimir) Putin, está ralentizando el crecimiento en todo el mundo, y el FMI predice que un tercio de la economía mundial estará en recesión este año o el próximo”, dijo.
“Al igual que el resto de Europa, no somos inmunes a las olas del COVID-19, la guerra de Putin y los elevados precios mundiales del gas”, afirmó.
En entrevista con la BBC, dijo que la economía del país “probablemente empeorará antes de mejorar”, y respondió que no sabía si la inflación había tocado techo o no.
La inflación británica supera el 11%, el nivel más alto en más de 40 años.
El Banco de Inglaterra ha pronosticado que la economía británica se contraerá en el último trimestre de 2022, lo que significa que la economía está en recesión. La definición técnica de recesión es dos trimestres seguidos de contracción.
Es poco probable que las cifras cambien la opinión entre inversores y analistas de que la economía británica se enfrenta a un sombrío 2023. Los mercados financieros británicos no mostraron ninguna reacción a las cifras.
“A pesar del crecimiento de octubre, se necesitaría un giro significativo en la formulación de políticas y/o en las condiciones mundiales para cambiar la trayectoria descendente de la economía británica”, declaró George Lagarias, economista jefe de la auditora Mazars.
Incluso sin nuevas subidas de tipos, la economía se contraería en cinco de los seis trimestres hasta finales de 2023, dijo el Banco de Inglaterra.
“Un endurecimiento demasiado agresivo de la política monetaria podría empeorar las perspectivas financieras de las empresas y los hogares, y prolongar la inminente recesión”, declaró Suren Thiru, director económico del ICAEW, un organismo profesional de contabilidad.
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