Italia arremetió hoy contra las ONG que salvan inmigrantes en el mar, acusándolas de «incentivar» el fenómeno, y negó haber suavizado su postura tras asignar rápidamente puerto a dos naves humanitarias a las que, en cambio, hace un mes bloqueó.
EFE
El Ministerio del Interior italiano «no ha dado ningún paso atrás» en su estrategia para frenar la inmigración desde el norte de África y revalida su compromiso de «combatir» las llegadas irregulares, según indicaron este sábado fuentes ministeriales.
Ayer concedió el permiso para entrar a puertos italianos a tres naves cargadas de inmigrantes rescatados en los últimos días en el Mediterráneo central: la Louis Michel con 33, la Geo Barents de Médicos Sin Fronteras con 248 y la Humanity 1 de la ONG alemana SOS Humanity con 261.
Estas dos últimas naves fueron hace un mes ignoradas en el mar durante días y después bloqueadas en el puerto de Catania por parte del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, que quería así forzar la reapertura del debate migratorio a nivel europeo.
Sin embargo, al contrario que entonces, ahora han recibido el permiso para atracar enseguida: la Geo Barents desembarcará a sus rescatados en Salerno, al sur de Nápoles, y la Humanity 1 en Bari.
Interior explicó que este permiso no supone un cambio de postura sino que se debe a la inminencia de un temporal que podría haber perjudicado a los inmigrantes y que era necesario asignar un puerto que no estuviera en Sicilia dada la saturación de sus centros.
«La protección de las personas guiará siempre las decisiones del Gobierno, incluso ante las acciones provocadoras y arriesgadas de las ONG», explicaron las fuentes.
En este sentido alegaron que «en muchos casos» los inmigrantes rescatados en el Mediterráneo central son «económicos», es decir, sin derecho al estatus de refugiado.
«Las ONG representan un factor que anima a los inmigrantes a partir, desempeñan patrulla sistemáticas, traen a aguas italianas a inmigrantes recogidos en aguas de otros países, personas que han pagado a un traficante, es decir, un criminal, para entrar ilegalmente en Italia», atacan desde el Ministerio.
Por eso, el Gobierno italiano trabaja ya en nuevas normas para blindar las fronteras y llegar a «un sistema de entradas regulares para proteger el interés de quienes tienen derecho».
El actual vicepresidente del Gobierno, el ultraderechista Matteo Salvini, impuso incluso multas a las ONG que entraran sin permiso en el mar italiano, en su época en Interior, entre 2018 y 2019.
En la actualidad está siendo juzgado por esta política y por bloquear durante días las naves que habían rescatado a inmigrantes pero, a su vuelta al poder como mano derecha de Meloni, ha puesto al frente de Interior a Matteo Piantedosi, su antiguo jefe de gabinete.
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