El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, logró la reelección el martes, pero la mayoría de su partido en la cámara alta seguía en peligro, ya que defiende 12 escaños muy competidos y los demócratas están a la defensiva en solo dos contiendas.
Reuters
No obstante, los resultados finales de al menos cinco de esas carreras podrían no conocerse durante días y, en algunos casos, meses.
En momentos en que la desaprobación al presidente Donald Trump pesa sobre los republicanos en todo el país, los votantes decidirán si ponen fin a las carreras políticas de senadores oficialistas, como Lindsey Graham -un aliado del mandatario- en Carolina del Sur y la moderada Susan Collins en Maine, entre otros.
En total, están en disputa 12 escaños ocupados por republicanos y dos en manos demócratas, según un análisis de Reuters a datos de pronósticos electorales de tres organizaciones no partidistas: Center for Politics de la Universidad de Virginia, Inside Elections y Cook Political Report.
McConnell fue uno de una decena de incumbentes de ambos partidos que fueron declarados vencedores tempranos, como se esperaba. McConnell superó en Kentucky el reto de la demócrata Amy McGrath, una expiloto de combate de los Marines que superó en recogida de fondos a McConnell por 40 millones de dólares, pero no logró superar el sesgo republicano del estado.
Dicho esto, están en juego 35 de los 100 escaños del Senado.
“Hay disputas reñidas en todo el país”, dijo McConnell, el republicano de mayor rango en el Congreso, en un alto de campaña más temprano en la semana. Describió la probabilidad de que los republicanos conserven su mayoría en la Cámara alta como una “situación de 50-50”.
Esas probabilidades parecen optimistas, según los pronósticos de las tres organizaciones, que proyectan que los demócratas podrían lograr hasta 55 de los 100 escaños del Senado, dándoles por primera vez en una década la mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes de 435 escaños, que se espera que sigan controlando.
Los demócratas esperan marcar el comienzo de una nueva era política en Washington si también gana su candidato a la presidencia, Joe Biden.
Aunque es probable que no alcancen a una mayoría capaz de superar los mecanismos de obstrucción en la Cámara alta, para lo que se necesitan 60 votos, un Senado bajo control demócrata ayudaría en gran medida a impulsar la agenda legislativa de Biden o a obstaculizar un segundo mandato de Trump.
Para ganar la mayoría en el Senado, los demócratas solo deben ganar tres de los escaños republicanos si Biden es elegido presidente y la senadora Kamala Harris tiene el voto de desempate como vicepresidenta. Los republicanos ahora tienen una mayoría de 53-47.
El senador Cory Gardner de Colorado es considerado el más vulnerable de más de media docena de legisladores republicanos que ejercen su primer mandato en Alaska, Arizona, Georgia, Iowa, Montana y Carolina del Norte. Los demócratas Doug Jones y Gary Peters también enfrentan duros desafíos en Alabama y Michigan, respectivamente.
Es probable que los resultados de algunas contiendas no se conozcan hasta después del día de las elecciones, debido al volumen sin precedentes de votos enviados por correo este año y por una posible segunda vuelta en cuatro contiendas.
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