Parecían relajados, sentados cómodamente en dos sofás beiges. Detrás, retratos de Lincoln y Roosevelt y un busto de Martin Luther King. Joe Biden recibió este jueves a Gustavo Petro en el Despacho Oval.
Por Juan Diego Quesada / El País de España
—Felicidades por su cumpleaños—, arrancó Biden, recordando que el presidente de Colombia había cumplido años el día anterior.
—En esta generación tener 63 años es como tener 40 en la anterior—, le contestó Petro.
Ambos se rieron. Después hablaron durante 10 minutos ante la presencia de la prensa. Era la primera vez que Petro, un exguerrillero antiimperialista que no ha parado de criticar durante toda su carrera las guerras de Irak y Afganistán, pisaba las alfombras de la Casa Blanca. En ningún momento se le vio intimidado. Había llegado hasta aquí para pedirle al político más poderoso sobre la faz de la tierra que cambie el paradigma de la guerra contra las drogas, es decir, desmilitarizarla y ayudar a los campesinos y los productores de la hoja de coca a que tengan alternativas.
Para Washington es un tema espinoso. Biden le dijo a Petro que las dos naciones hacen esfuerzos conjuntos en combatir el narcotráfico, pero en ningún momento se refirió a ningún cambio de enfoque. Petro fue entonces práctico y le pidió más lanchas, drones y embarcaciones. Habló con el convencimiento de que se ha convertido en uno de los líderes más importantes de Latinoamérica, sobre todo tras esta gira por Estados Unidos.
Biden, apoyado por unos papeles en los que había escrito los temas principales, enfatizó que Colombia es “la piedra fundamental de este continente”. “Tenemos que hacer esfuerzos compartidos para tener un continente unido, igualitario, democrático y próspero económicamente”, añadió. Petro, que habló de memoria, le respondió que el continente está acostumbrado a “la paz y no la guerra” y que en las últimas décadas se ha profundizado mucho la democracia en la región.
Together with Colombia, we're tackling climate change, strengthening our economies, and combating drug trafficking.
As we begin the next century of our partnership, I'm eager to deepen and develop our cooperation.
— President Biden (@POTUS) April 20, 2023
Petro y Biden se han reunido ocho meses después de que el primero llegara al poder. En lo que sí coincidieron es la necesidad de acabar con las economías fósiles y proteger la Amazonía. Petro ha impulsado una alianza de países que creen un fondo común para proteger la selva. Colombia ha destinado 150 millones de dólares a este cometido, y espera que Estados Unidos contribuya con una gran cantidad de dinero. Washington se comprometió a aportar 500 millones. A Biden, según Petro, le pareció muy buena idea su propuesta de cambiar deuda del FMI por acciones climáticas. Sería una forma de desahogar a los países en problemas financieros.
La situación de Venezuela preocupa y mucho a los mandatarios. Fue uno de sus temas centrales. Hace un mes, cuando acordaron verse en la Casa Blanca, Petro le dijo a Biden que tenía que informarle de los últimos pasos de Nicolás Maduro. El presidente colombiano trata de desatascar la negociación entre el chavismo y la oposición, que en realidad es casi directamente con Washington. Petro ha organizado en Bogotá una reunión internacional de cancilleres para discutir el asunto y desea que Biden levante algunas sanciones económicas que ha impuesto al Gobierno de Maduro para reanudar las conversaciones. La Casa Blanca desconfía del Gobierno chavista, al que acusa de no haber dado ningún paso para democratizar las instituciones del país.
Al salir, Petro dijo que ambos habían coincidido en que primero se celebren elecciones libres en Venezuela y que después se rebajen las sanciones. Es la primera vez que Petro ha dicho algo así, se le presuponía más escorado hacia el lado chavista. Lo cierto es que se ha mostrado conciliador con Maduro, al que ha intentado sacar de su aislamiento internacional, pero también le ha exigido cada vez que se han visto que democratice las instituciones del país y cumpla con la separación de poderes. Cuando todo eso ocurra, deben celebrarse esas presidenciales tan deseadas en 2024. “Una meta es que el pueblo decida sin sanciones su propio destino”, dijo en los jardines de la Casa Blanca.
Petro, antes de ver a Biden, estuvo en Stanford y en la Asamblea General de la ONU hablando del cambio climático, uno de sus temas favoritos. A Biden le insistió en la necesidad de confiar en las energías verdes. El presidente de Estados Unidos estuvo receptivo: “Estoy convencido de que, en realidad, nos estamos acercando a una economía sin carbón”.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 20, 2023
Después de la charla ante la prensa, conversaron durante una hora en privado. Petro estaba acompañado por el canciller, los ministros de Justicia y Defensa, su jefa de despacho presidencial y el embajador de Colombia en Washington. Biden incluyó al secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Seguridad, entre otros.
El tema de la red de transmisión eléctrica a escala americana estuvo sobre la mesa. Las redes de transmisión están en Canadá, Estados Unidos, México y Centroamérica. “Pero entre Panamá y Colombia no hay conexión”, dijo Petro. Además, consideró clave conectar Colombia y Venezuela. “Si se llena de energías limpias, sería uno de los factores de mayor ayuda en la descarbonización de la economía de los Estados Unidos”, agregó.
Petro ya ha tenido la reunión que tanto deseaba. Esta era la segunda vez que pisaba Estados Unidos como presidente. Biden lo calificó como un hombre de paz y le reconoció su lucha por los derechos humanos. El presidente de Colombia sabe que necesita tener de su lado a lo que él llama El Impero para que triunfen su propuesta más ambiciosa, la paz total. Su idea es pasar a la historia como el presidente que pacificó el país, después de décadas de guerra interna. Del Despacho Oval trató de llevarse una ayuda fundamental.
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