Por cuenta de las maquinarias tradicionales e incluso de la alta votación que obtuvo el Pacto Histórico, candidatos investigados e indagados van a poder reclamar su credencial para Cámara y Senado.
Por El Tiempo
Lo mismo ocurre con herederos de condenados por ‘parapolítica’ y otros delitos que llegaron con el aval de partidos tradicionales y que ayer terminaron recibiendo el favor de los electores.
Con curul e imputación
Uno de estos casos es el de Óscar Barreto, candidato al Senado por el Partido Conservador, quien ganó holgadamente con un prontuario judicial a cuestas.
En efecto, en enero de 2021, un fiscal delegado ante la Corte Suprema le imputó peculado por apropiación e interés indebido en la celebración de contratos cuando fue gobernador del Tolima, entre 2008 y 2011, cargos que él niega.
Su partido, uno de los que más jalonó votos para el Senado, lo ubicó como el quinto candidato con más sufragios dentro de esa colectividad: más de 112.477.
También logró ganar una de las 16 curules de paz Jorge Rodrigo Tovar Vélez. Se trata del hijo del extraditado y recapturado jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40.
Tovar Vélez alcanzó 13.215 votos y el respaldo de la Asociación Paz es Vida. Eso fue suficiente para quedarse con la curul asignada a la circunscripción 12, en los departamentos Cesar, La Guajira y Magdalena, golpeados en el pasado por el paramilitarismo.
Tovar Vélez se impone a pesar de las denuncias de contradictores de que les impidieron hacer campaña en zonas de antigua influencia de ‘Jorge 40’.
Por los lados del Pacto Histórico, con lista cerrada, esa coalición les ganó a las demás colectividades en votos para Senado, seguido por las maquinarias de los partidos tradicionales Conservador y Liberal.
Esto significa que la coalición de izquierda, que apoya la candidatura a la presidencia de Gustavo Petro, se quedará con 16 curules.
Piedad Córdoba
Uno de los efectos es que Piedad Córdoba –la número 8 de la lista– recupera su estatus de congresista, a pesar de estar siendo indagada por la Corte Suprema.
Además de volver al Senado, después de 12 años, queda con fuero frente a eventuales investigaciones e incluso indagaciones en Estados Unidos.
La Corte Suprema la indaga por la llamada Farcpolítica, por el presunto uso político de las liberaciones de secuestrados en manos de las Farc y por sus negocios con el extraditado Álex Saab.
Mario Castaño, senador reelecto
Se trata del congresista liberal de Caldas que es señalado de liderar una red corrupta para quedarse con jugosos contratos en varios departamentos y con los llamados cupos indicativos.
En su defensa, dijo que estaba borracho cuando fue grabado hablando del tema. Además, aseguró que no podía responder por la conducta de la gente que trabaja con él. Once de ellos ya fueron capturados y el reelecto senador tienen cita en la Corte en los próximos días.
Otro de los que repite en el Senado, con investigación a cuestas, es Arturo Char, de Cambio Radical. Al cierre de esta edición su colectividad alcanzaba a conquistar once curules y él, 100.596 votos.
La Corte indaga a Char por supuestamente hacer parte del entramado de compra de votos de la fugitiva exsenadora Aida Merlano. A quien no le alcanzaron los votos fue a Carlos Rojano Llinás, exesposo de Merlano que aspiraba al Senado por el Partido Liberal.
Y también se quemó el conservador Laureano Acuña, quien está citado a la Corte el próximo 28 de marzo para que responda por la presunta compra de más de 70.000 votos en Atlántico.
El ‘Ñoño’ y Besaile
Quien si salió elegida fue Claudia María Pérez, la cuñada del condenado senador Eduardo Pulgar, con 108.225 y el aval del Liberal. En el departamento de Córdoba, la sorpresa fue que se quemó, por segunda vez, Julio Elías Vidal.
Se trata del hermano de Bernardo ‘Ñoño’ Elías, otrora barón electoral del partido de ‘la U’, condenado por el escándalo de sobornos de Odebrecht.
También ganó John Moisés Besaile, hermano de Musa Besaile, procesado dentro del escándalo por el llamado ‘cartel de la toga’. Este último es del partido de ‘la U’ y alcanzó los 128.678 votos.
Además, por cuenta de ‘la maquinaria azul’, Juan Loreto Gómez Soto es uno de los nuevos representantes a la Cámara de La Guajira. Se trata del hijo de la actual senadora María Cristina Soto, investigada por presunta compra de votos en las elecciones de 2018, que ella niega.
También tiene silla en el Senado Alfredo Deluque (con 77.711 votos), del partido de ‘la U’, tras dos periodos en que esta región no había obtenido representación.
Deluque llega al Congreso con la sombra de su padre, Hernando Deluque, exgobernador de La Guajira, condenado por corrupción.
Sigue la saga Gnecco
En Cesar, uno de los nuevos senadores es Alfredo Gnecco Zuleta, del partido de ‘la U’, quien logró 67.197 sufragios. Se trata del hijo de Lucas Gnecco, exgobernador de ese departamento, condenado por corrupción en mayo de 2021.
En el Magdalena, ganó una curul Carlos Mario Farelo Daza, (Cambio Radical) con 83.453 votos. Es hijo de Zunilda Daza, investigada por firmar el llamado ‘pacto de Chivolo’ con los paramilitares.
Quien se quedó sin heredera es el condenado por ‘parapolítica’ Juan Carlos Martínez Sinisterra. A su hija, Lina, no le alcanzaron los votos para conquistar una curul afro.
Cambio Radical, que bajó en cinco el número de curules con relación a las elecciones de 2018, no alcanzó a sacar electo a Carlos Julio González Villa.
González se quemó con más de 65.110 votos. Su hermana, Cielo González, acaba de ser condenada a 48 meses por contratos sin el lleno de requisitos legales, cuando se desempeñó como alcaldesa de Neiva.
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