Las conversaciones en Bruselas sobre los aranceles de la Unión Europea (UE) a los vehículos eléctricos chinos han finalizado con “diferencias importantes” pendientes, dijo el sábado el Ministerio de Comercio del régimen chino.
“Aún hay diferencias importantes entre las dos partes. Hasta ahora, las consultas no han llegado a una solución aceptable para ambas partes”, indicó un comunicado del ministerio, que agregó que había invitado a los negociadores de la UE a la próxima ronda de conversaciones en China.
Bruselas decidió imponer nuevos aranceles severos de hasta el 35,3 por ciento a las importaciones de automóviles eléctricos fabricados en China.
Los representantes de Beijing y del bloque de 27 miembros han celebrado ocho rondas de conversaciones en Bruselas desde el 20 de septiembre.
“Todavía hay diferencias importantes entre las dos partes”, dijo un comunicado del ministerio, añadiendo que ha invitado a los negociadores de la UE a seguir discutiendo en China.
Los negociadores “hicieron progresos importantes en algunas áreas”, según el comunicado del ministerio, pero “no han llegado a una solución aceptable para ambas partes”.
“Se espera que la UE pueda encontrarse con China a mitad de camino, organizar una visita a China lo antes posible y acelerar las consultas con una actitud constructiva, para alcanzar una solución adecuada lo antes posible”, señala el comunicado.
El régimen de Xi Jinping reaccionó con enojo a los aranceles de la UE, advirtiendo que desatarían una guerra comercial.
Beijing, en tanto, respondió con sus propios aranceles al brandy elaborado en los países de la Unión Europea, lo que ha alarmado a los productores franceses, mientras que Bruselas también está investigando los subsidios chinos a los paneles solares y las turbinas eólicas.
Por otra parte, China anunció este sábado que recurrirá masivamente al endeudamiento público, por medio de bonos especiales, para estimular su desacelerada economía y propulsar el sector inmobiliario y la banca.
El anuncio se suma a una serie de medidas comunicadas durante las últimas semanas, como el recorte de las tasas de interés, y pretende fortalecer a los bancos, apuntalar el mercado inmobiliario e incentivar el consumo.
China también permitirá que los gobiernos locales se endeuden más para financiar la compra de suelo urbanizable y estimular así el mercado inmobiliario, estancado desde hace tiempo.
El ministro de Finanzas Lan Fo’an no aportó detalles en rueda de prensa sobre los bonos especiales anunciados. Pero afirmó que China todavía tiene margen “para emitir deuda y aumentar el déficit”, a fin de financiar nuevas medidas.
En 2023, China tuvo uno de sus crecimientos más flojos de las últimas tres décadas (5,2%), una cifra oficial que, sin embargo, algunos economistas pusieron en duda.
El sábado, Lan afirmó que Beijing está “acelerando el empleo de bonos del Tesoro adicionales, y también se están emitiendo bonos del tesoro especiales a ultra largo plazo para su uso”.
“En los próximos tres meses, se puede disponer de un total de 2,3 billones de yuanes [unos 325.000 millones de dólares] en fondos de bonos especiales para su uso en varios lugares”, añadió.
Además, el gobierno chino también planea “emitir bonos gubernamentales especiales” para “mejorar la resistencia al riesgo y las capacidades de préstamo” de los bancos comerciales estatales, con el objetivo de “servir mejor al desarrollo de la economía real”.
(Con información de AFP)
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