El alemán Christian Brückner, sospecho de la desaparición y muerte de la niña Madeleine McCann, ha sido absuelto por la Audiencia Provincial de Braunschweig de tres nuevos cargos de violación y dos de abusos sexuales a menores, todos ellos cometidos en Portugal entre 2000 y 2017. Brückner, de 47 años, cumple en la actualidad condena por violación y permanecerá en prisión hasta septiembre de 2025. La Fiscalia ha anunciado que recurrirá la sentencia.
Por El Mundo
Tras 38 días de proceso ante la sala de lo penal de Braunschweig (Baja Sajonia), los tres jueces profesionales y los dos asesores legos absolvieron al acusado por falta de pruebas, desestimando una petición de la Fiscalía de hasta 15 años de prisión seguidos de prisión preventiva. En este caso, el acusado no podría haber sido puesto en libertad tras cumplir su condena.
Christian Brückner cumple una pena de siete años de prisión por la violación de una mujer estadounidense de 72 años. En este caso el juicio se celebró en Braunschweig por ser esta ciudad donde el acusado tuvo su última residencia.
Brückner es un conocido de la Justicia. En 1992, a los 16 años, fue acusado de robo agravado, para lo que el código penal alemán prevé penas de cárcel de entre 3 meses y 10 años. Al ser menor de edad quedó en libertad condicional. En 1994, volvió a sentarse en el banquillo de los acusados por abusar de una niña de 6 años en un parque e intentarlo con un niño de 9. El juez le sentenció a dos años de privación de libertad. Cumplió la mitad, pero no hizo borrón y cuenta nueva. Su ficha es un reguero de lesiones corporales, conducción bajo los efectos del alcohol, sin carnet, acoso sexual, abuso de menores, drogas, distribución de pornografía infantil y violación
Nada de lo que ocurrió en la sala de la Audiencia Provincial de Braunschweig tuvo que ver con el caso de Maddie, pero la actitud en la sala del acusado, como si el relato de los testigos de la acusación tuvieran que ver con él, contribuyó a crear el perfil de un hombre calificado por sus propios allegados como un «criminal de raza».
Brückner, siempre a cara descubierta, ni siente ni padece. «Nunca había sentido tanto miedo», confesó entre lágrimas una irlandesa de 40 años, presuntamente violada por este individuo r hace dos décadas. El agresor entró en su habitación por el balcón y la despertó. Sabía su nombre y le dijo: «No grites o te mato», relató. La ató y la violó varias veces, mientras filmaba parte de la agresión con una cámara de vídeo que llevaba consigo. Luego la soltó y desapareció. La víctima pidió ayuda, pero las autoridades portuguesas no pudieron hacer nada. «Aquella noche se apagó un fuego en mi interior», afirmó la testigo irlandesa, que reconoció a Brückner por sus ojos y por una «mancha oscura» en la pierna visible a través de los pantalones.
Esta es la única la testigo contra Brückner que podría alargar la prisión del alemán una vez cumpla su condena en prisión, si para entonces no se produce un vuelco del caso Madeleine McCann. Las otras dos víctimas de violación no han sido localizadas. Los delitos solo existen en filmaciones de video visionadas por un testigo y el problema es que esas cintas han desaparecido.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.