El Vaticano anunció formalmente su firme oposición a un proyecto de ley en Italia para combatir la homofobia, una intervención inusual en las relaciones diplomáticas entre los dos países, según comentó este martes el diario Il Corriere della Sera.
El proyecto de ley, que se debate en el Senado, tiene como objetivo sancionar los actos de discriminación e incitación a la violencia contra gays, lesbianas, transexuales y discapacitados.
Según el diario, monseñor Paul Gallagher, responsable del Vaticano para las Relaciones con otros Estados, envió una “nota verbal” a la embajada de Italia ante la Santa Sede el pasado 17 de junio en la que advierte que se viola el tratado entre los dos Estados.
La nota considera que algunos puntos del proyecto de ley italiano son contrarios al tratado bilateral vigente entre Italia y la Santa Sede, ya que violan la libertad de la Iglesia Católica en materia de organización y ejercicio del culto, así como la libertad de expresión concedida a los fieles y a las asociaciones católicas.
El proyecto de ley además no exime a las escuelas católicas italianas de la obligación de participar en actividades relacionadas con el día nacional contra la homofobia.
“Se trata de un acto sin precedentes en la historia de las relaciones entre los dos Estados, al menos no hay precedentes públicos”, sostiene Il Corriere della Sera.
La Santa Sede y la cancillería italiana, solicitadas por la AFP, no quisieron comentar la noticia.
El proyecto de ley, con “medidas para prevenir y combatir la discriminación y la violencia por razón de sexo, género, orientación sexual, identidad de género y discapacidad”, lleva el nombre del diputado del Partido Democrático (centro-izquierda) Alessandro Zan y fue aprobado por la Cámara de Diputados en noviembre pasado.
Actualmente se debate en el Senado. Hace un año, el episcopado italiano había impugnado el proyecto de ley, lo que provocó protestas por parte de las organizaciones de homosexuales y de varios miembros del parlamento.
“La posible introducción de nuevas disposiciones corre el riesgo de abrir el camino a derivas liberticidas y a más discriminaciones”, sostienen los obispos italianos, ya que consideran que Italia está dotada de instrumentos legales adecuados para combatir las discriminaciones.
“Someter a un proceso penal, por ejemplo, a quienes creen que la familia requiere de un padre y de una madre, y no de la misma doble figura, equivaldría a introducir un delito de opinión. Esto, de hecho, limita la libertad personal, las opciones educativas, la forma de pensar y de ser, el ejercicio de la crítica y el disenso”, recalcó la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
AFP
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