En manos del embajador de Colombia ante Venezuela, Milton Rengifo, estuvo la redacción de un documento —un referéndum consultivo— que contenía una propuesta para garantizar la paz política en el país tras los comicios del 28 de julio. Dicha propuesta no prosperó y hoy los gobiernos de Colombia, México y Brasil siguen trabajando para encontrar salidas a la crisis venezolana tras las denuncias de la oposición por un supuesto fraude por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Por El Tiempo | Colombia
En entrevista con El Tiempo, el embajador asegura que la propuesta —que en principio consistía en respetar los diálogos de México y el paulatino levantamiento de sanciones económicas— está a disposición para ser considerada nuevamente con los ajustes propios a la nueva coyuntura. «Creemos que sigue siendo vigente porque ofrece salidas viables y sostenibles a la conflictividad política», comenta.
También dice ser optimista con las gestiones de los presidentes Lula Da Silva, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro. Descarta totalmente que esta situación termine en una nueva ruptura de relaciones y sostiene que la diplomacia del gobierno colombiano no debe ser reactiva a los asuntos internos del país.
Colombia mantiene una política de prudencia hacia la crisis en Venezuela
—¿Cómo está el ambiente hoy en Venezuela?
—Hay una tensa calma. Se vive un ambiente de incertidumbre política, la movilización social se ha reducido en gran medida por las acciones gubernamentales de control del orden público de los días posteriores al 28J y quizá por el temor de la población a unas protestas que en el pasado derivaron en hechos de violencia y saldos lamentables en vidas humanas. Sin embargo, existe la esperanza en diversos sectores de que esta coyuntura encuentre pronto una salida pacífica necesaria para concentrar esfuerzos públicos y privados hacia la prosperidad y la convivencia sostenible
—¿Han tenido que brindar algún tipo de asistencia a ciudadanos colombianos en Venezuela producto de la tensión poselectoral?
—Nuestros consulados siguen trabajando sin descanso, tal como venían haciéndolo antes de las elecciones. La población colombiana en Venezuela que demanda servicios y atención es muy grande, trabajamos para ampliar nuestra presencia a través de nuevos consulados. Hasta hoy no hemos recibido solicitudes específicas asociadas a la situación poselectoral, pero por supuesto, estamos especialmente atentos a la protección de nuestros connacionales, si así se requiere.
—¿Por qué la condena de Colombia a los abusos del gobierno venezolano ha sido tan cautelosa?
—La política exterior del gobierno se basa en una diplomacia para la paz. En este sentido, privilegiamos la prudencia, el uso de canales directos y la promoción del diálogo político. El manejo de temas tan sensibles para todo el continente requiere un nivel de discreción opuesto al manejo que se le dio en el pasado a situaciones similares donde la confrontación mediática, las condenas públicas y el aislamiento solo produjo grandes costos para ambos países, especialmente para el ciudadano de a pie. Preferimos manifestar nuestras diferencias, expresar nuestras preocupaciones y hacer llamamientos respetando los canales diplomáticos, pero que no quepa duda alguna de que se ha tomado atenta nota de la situación y estamos actuando.
—¿La posibilidad de un éxodo masivo de venezolanos hacia Colombia es real?
—Nuestra Cancillería ha hecho un análisis de las cifras, una valoración con expertos y coordina un monitoreo de la frontera con mandatarios locales de la frontera además de nuestros propios cálculos aquí en Venezuela. Este seguimiento nos muestra que no ha habido un aumento reciente del flujo y movilidad en la frontera. Es importante considerar que las dos anteriores oleadas migratorias tuvieron fundamentalmente motivaciones económicas. Si bien en la última época la economía venezolana muestra indicadores de recuperación, lo que no está medido es qué tanto afecte la situación política esas curvas de desempeño económico y se genere una eventual migración. Confiemos en que ello no ocurra.
Colombia propone incluir a la sociedad en la resolución del conflicto venezolano
—Expertos coinciden en que el sistema electoral de Venezuela es muy fiable, incluso mejor que el colombiano. ¿Por qué entonces la demora para mostrar las actas? ¿No quita eso credibilidad al proceso?
—Efectivamente, el sistema de votación automatizado es realmente muy fiable. Ojalá uno parecido lo estableciéramos en Colombia, es un sistema electrónico respaldado en parámetros técnicos internacionales. No hay posibilidad de adulterar los resultados ni la transmisión de los mismos. Las observaciones de la comunidad internacional son derivadas precisamente por el anuncio de los resultados sin los respaldos necesarios expresados en las actas de escrutinio. Colombia es muy respetuosa de las decisiones de las instituciones electorales venezolanas y confiamos que la publicación de las actas se adelante en el corto plazo para la plena tranquilidad de todas las fuerzas políticas y la sociedad venezolana en su conjunto.
—¿Es posible avanzar en una negociación con Maduro mientras persiste la represión y la persecución contra la oposición?
—Desde que llegué a Caracas hace un año me encontré con iniciativas de diálogo entre las distintas fuerzas políticas, pese a la evidente polarización. En Venezuela no existe una cultura violenta pese a las heridas que ha dejado la conflictividad política reciente. Percibo un cansancio en la sociedad venezolana con el conflicto, no quieren mantenerse en esta situación, consideramos por tanto que debe promoverse el espíritu de diálogo en medio de las diferencias bajo el principio que los problemas de los venezolanos los resuelven los mismos venezolanos. Y por esto la resolución del conflicto no solo es un asunto entre gobierno y la oposición, es importante también contar con las voces del empresariado, la sociedad civil y el movimiento social, la academia, la Iglesia y otras muchas expresiones políticas y sociales.
—¿Cómo ve el diálogo de alto nivel entre AMLO, Lula y Petro? ¿Confía en que tendrá resultados positivos?
—Nuestro gobierno tiene como bandera la paz, por ello consideramos que cualquier llamado al conflicto y a la violencia no tiene cabida y lo rechazamos. Optamos por contribuir a la paz política de Venezuela y a la estabilidad democrática en la región y en esto coinciden los tres presidentes. Venezuela es un país hermano con quien tenemos una larga historia común, una frontera viva con más de 13 millones de personas, con una gran actividad comercial e industrial que se recupera lentamente. Por supuesto que soy optimista e invito a la esperanza. Permanentemente escucho voces aquí en Venezuela que le apuestan al diálogo y que valoran y agradecen mucho nuestra contribución y el liderazgo y experiencia de los presidentes Petro, Lula y López Obrador.
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