La caída de la página del Saime se convirtió en una pesadilla para miles de venezolanos, cambió de proveedor tecnológico y ahora es la empresa argentina Exclé la que tiene el control: esta entregará pasaportes entre 2 a 7 días.
Fuentes del Saime dijeron a «Exclusivas Económicas» de Hispanopost, que el cambio de proveedor causó molestia a la empresa cubana Albet Ingeniería y Sistemas, la cual tenía la concesión para trabajar con el Estado venezolano desde que Hugo Chávez la contrató en el año 2011. “El nuevo proveedor instaló un sistema donde el pasaporte y las prórrogas saldrán mucho más rápido. Ellos ofrecieron que en 48 horas los venezolanos podrían obtener el documento; sin embargo, sabemos que las cosas en el país no son tan rápidas, pero es posible que ahora el pasaporte lo tengamos en una semana”, comentó la fuente consultada.
Reveló que en la instalación de la nueva plataforma tecnológica “hubo un saboteo interno” para que no funcionara y un proceso de adecuación que debía estar listo en 72 horas pasó a durar un mes. “Ya comenzó el proceso de reprogramación de citas y el nuevo sistema se está poniendo a punto. En estos momentos hay lentitud para entrar a la página, en algunas horas del día se cae, pero es básicamente por el gran flujo de personas que están buscando respuestas a su solicitud de prórrogas y pasaportes”.
Según Primer Informe, Exclé Soluciones Biométricas, es una empresa argentina vinculada al hijo mayor de la vicepresidenta argentina Cristina Fernandez de Kirchtner, “amiga personal” de Delcy Rodríguez.
Un reporte especial de Crónica Uno relató la tragedia de Leila*, quien ahora tendrá que pagar una deuda de 300 euros para poder completar sus estudios, debido a que la caída del sistema Saime le hizo incumplir uno de los requisitos para conservar la beca.
Leila estudia Derecho Internacional en Francia y a finales de julio es su graduación, pero no puede salir de Venezuela por no tener pasaporte vigente.
«Después de 22 años, la joven regresó a Venezuela con su madre Mayra* para hacer los trámites de identidad. Ambas lograron ingresar al país con un salvoconducto que les emitió el consulado de Francia, pero ya no pueden regresar. Además de perder su beca de 900 euros mensuales, lo cual le permitía pagar sus estudios, hospedaje y manutención. Leila también perdió la residencia estudiantil donde se alojaba».
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