Con treinta denuncias de fraude electoral, la abogada Sidney Powell pretender revertir los resultados de las elecciones en el estado de Georgia.
Por Primer Informe
La querella incluye reportes de actividades ilegales e irregulares que sucedieron durante las votaciones generales de 2020.
La mayoría de las acusaciones se basan en declaraciones de testigos y expertos. Incluye fraudes y procedimientos irregulares con las boletas electorales por correo.
La demanda también menciona las deficiencias de seguridad en las máquinas de Dominion Voting Systems utilizadas en Georgia.
Powell pretende descertificar los resultados de las elecciones. Exige que no se transmitan los resultados electorales actualmente certificados al Colegio Electoral.
En cambio, exigen que se transmitan resultados electorales certificados que indiquen que Trump es el ganador del estado. También piden incautar todas las máquinas de votación y el software en Georgia para una inspección pericial por parte de los demandantes.
Igualmente, Powell pidió no contar los votos recibidos o tabulados por máquinas que no fueron certificadas como lo requiere la ley federal y estatal.
Por último exigieron imágenes de cámaras de seguridad de todas las salas utilizadas en el proceso de votación en State Farm Arena en el condado de Fulton.
En paralelo, Powell demandó con alegatos similares a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, la secretaria de estado, Jocelyn Benson, y la junta de votantes estatales.
La abogado Sidney Powell mantiene una actividad legal paralela al equipo de Donald Trump que encabeza Rudy Giuliani, pero que persigue el mismo fin de velar por la integridad del sistema electoral estadounidense.
Seis votantes registrados en Michigan y candidatos del Partido Republicano al colegio electoral son los demandantes en ese estado.
El argumento contra las máquinas
De vuelta en Georgia, gran parte de la demanda se centra en las vulnerabilidades del sistema de votación provisto por la empresa Dominion. Argumentaron que agentes de China e Irán accedieron a las máquinas de forma remota.
Los vínculos de Dominin con el régimen venezolano a través de la empresa Smartmatic constituye el núcleo de las objeciones de la demanda a los resultados electorales.
El centro esos argumentos son declaraciones juradas de individuos que conocen el funcionamiento de esa empresa y su trabajo con la dictadura de Caracas.
Hari Hursti, un programador informático finlandés y experto en seguridad electoral, también dio sus testimonio.
«Hay pruebas de acceso remoto y solución de problemas remota, lo que presenta una grave implicación de seguridad», dijo. Las máquinas de votación tienen registros de actividad que se pueden sobrescribir, según Hursti.
Eso significa que los piratas informáticos pueden alterar los resultados y luego borrar sus pasos.
Otro especialista es Ronald Watkins, experto en software y ciberseguridad que revisó el manual del software de Dominion. Dijo que los operadores de la máquina pueden cambiar la configuración para excluir ciertas papeletas del escrutinio.
Con información de The Epoch Times.
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